Antonio José Medina4 min lecturaEl fichaje de Isco Alarcón por el Real Betis no sólo calmó unas aguas turbulentas tras la salida de Sergio Canales sino que, en cierto modo, cerró la puerta al fichaje soñado del beticismo, que ya antes de la llegada del malagueño parecía muy complicado: Gio Lo Celso.
El regreso del internacional argentino es uno de los sueños de la afición del Betis. Un deseo que tuvo visos de realidad al principio del mercado con las llamadas a su entorno que encauzaron la operación, pero que se ha ido diluyendo conforme pasaban las semanas para, a día de hoy, quedar en 'stand by' y, salvo giro en los últimos días de mercado, totalmente descartada este año.
No es sólo por lo económico, ya que Lo Celso saldrá del Tottenham, posiblemente, por una cifra muy asequible, sino, sobre todo, por los rivales que tiene el Betis a la hora de afrontar su fichaje. El primero y principal es el Barça.
Tanto Lo Celso como su entorno estaban muy receptivos ante la posibilidad de volver al Betis. En el club verdiblanco fue donde cuajó su mejor temporada y se sintió muy a gusto con el club y en la ciudad, y muy querido por los aficionados. Pero la aparición del nombre del Barça es mucho para un futbolista que, a sus 27 años, aún tiene sueños de grandeza y de fichar de un club del primer escalón mundial, una situación que ya saboreó con el PSG y, en menor medida, con el propio Tottenham.
El problema es que en el Barça es segundo plato. Mateu Alemany quiere fichar a Bernardo Silva. Lleva semanas 'limando' esa operación hasta el punto de enfadar a un barcelonista reconocido como Pep Guardiola, harto de la presión que, de una forma u otra, le llega desde la Ciudad Condal.
Pese a ello, saben que no es una operación fácil y mantienen otras 'paradas' por si, como todo hace indicar, falla el portugués. La principal es la de Lo Celso, un futbolista que saben que puede salir por una cuarta parte de los casi 50 millones que en su día pagaron los 'Spurs' por él al Betis. En Barcelona, de hecho, hablan de que lo dejarían marchar por los 14 kilos en los que está valorado.
El futbolista, mientras tanto, sigue entrenándose en el club londinense, aunque sabe que está con el cartel de transferible y que será a final de mercado cuando se decida su futuro. El Betis, en principio, no contaría, pero habrá que ver cómo llega la situación con el Barça y con el Nápoles, el otro que aspira a él, para saber qué equipos pueden aspirar a su fichaje. La realidad del Betis es que, a día de hoy, es imposible, pero el sueño siempre estará ahí.