Antes incluso que se desatara esta 'crisis' que ha obligado a la dirección deportiva del Betis a acelerar las negociaciones por un central, el equipo que comanda Ramón Planes no había dejado de otear el mercado. De hecho, desde que acabara el mercado estival, el trabajo no ha mermado en las oficinas del club verdiblanco, que tenían muchos frentes abiertos, aunque no tantas urgencias.
La búsqueda de un central era prioritaria desde el mismo momento que se marchó Luiz Felipe, aunque una vez descartado en un primer momento acudir al mercado de jugadores libres, que entonces era más extenso que ahora, el punto de mira se puso en enero, en algún futbolista que estuviera jugando poco o un jugador de futuro cuyo fichaje se adelantase al próximo verano. Que llegaría un central era una promesa que le hicieron a Manuel Pellegrini y que, tras la larga lesión de Marc Bartra, ahora serán dos.
La otra operación prioritaria era la renovación de Guido Rodríguez. Aunque tanto el jugador como el presidente del Betis, Ángel Haro, pidieron paciencia y tiempo, no hay demasiado. Dentro de dos meses y medio, el futbolista podría llegar a un acuerdo con quien quiera, al quedarle sólo seis meses de contrato.
Sin embargo, no son las únicas posiciones marcadas. Aún es pronto para señalar objetivos para el año próximo, pero hay uno que es claro y que ya se buscó la pasada temporada. Se trata de la portería.
El pasado año, el Betis cortejó durante meses al hoy portero suplente de Ter Stegen en el Barça, Iñaki Peña, que finalmente acabó renovando con el equipo blaugrana. Otro portero blaugrana, Arnau Tenas, el meta de la selección española sub 21, también sería tentado, pero acabó en el PSG después de dejar plantado al propio Barça, que quería hacer efectiva una cláusula para renovarlo de forma unilateral, sin tener en cuenta que su opción había caducado.
Entre medias, el tercer portero bético la pasada campaña, Dani Martín, se desvinculó y Pellegrini se quedó con el meta del filial, Fran Vieites, como tercera opción. El ex del Lugo tuvo que debutar en Primera división ante el Barça por la lesión previa de Claudio Bravo y la posterior, durante ese partido, de Rui Silva.
La necesidad de fichar a un guardameta también pasa por el incierto futuro de Bravo, que ya este año renovó a sus 40 años y que al próximo verano llegará con 41. El internacional chileno es un peso pesado en el vestuario y sigue demostrando, como dice Pellegrini, estar "vigente", pero su continuidad no es segura. Todo ello sin contar que Rui Silva es de los jugadores potencialmente más 'vendibles' y por los que más podría sacar el Betis en cualquier mercado.
La portería volverá a ser un tema de debate a partir de enero. Y, si bien el pasado año las urgencias no eran tan acuciantes, para la 24-25 ya sí toca afrontar en serio el 'Plan Renove'. Caiga quien caiga.