El mercado estival de fichajes ha entrado en su última semana y eso se nota en el ambiente. Los que han dejado los deberes para última hora corren desesperados para hacer mucho en poco tiempo; pero los que ya tenían encarrilada su planificación también se encuentran absorbidos por una actividad frenética para encontrar el traspaso que equilibre todo o la guinda a sus pasteles. El Real Betis está en ese segundo grupo. Con ocho fichajes (contando al cedido Collado) y tres ventas (Edgar, Canales y Raúl) más otras cinco salidas por rescisiones o finales de contrato, el director deportivo, Ramón Planes, sigue trabajando a destajo para aprovechar la puerta que podría abrir la ampliación de capital aprobada en la junta del viernes e intentar conceder a Manuel Pellegrini los dos jugadores ofensivos (mediapunta y extremo) que todos los técnicos consideran necesarios para redondear la renovada plantilla de la 23/24. Y el nombre de Giovani Lo Celso destaca por encima de cualquier otro.
Sucede que Lo Celso no sólo es 'tendencia' en el Betis, sino también en el FC Barcelona, que juega la baza de esperar hasta el último momento para ver si se dan las circunstancias propicias para conseguir que el Tottenham Hotspur acceda a cederle al argentino a pesar de que su nuevo entrenador, Ange Postecoglu, ha manifestado públicamente que cuenta con Gio. Eso sí, el club culé ya ha dejado claro que tendría bastantes problemas para asumir la ficha íntegra (ronda los cuatro millones de euros anuales). Por si faltasen pocas aristas, además ahora el rosarino se ha visto envuelto por el 'efecto dominó' que provoca la marcha del canterano del RC Celta de Vigo Gabri Veiga al Al-Ahli Saudí.
Así lo asegura este mismo sábado una información del diario italiano La Gazzetta dello Sport, que apunta a que, después de regatear a los gallegos para intentar bajar los 40 millones de la cláusula del prometedor futbolista español y quedarse finalmente sin él, el SSC Nápoles tiene claro que su objetivo para la línea de 'trescuartistas' es el propio Lo Celso. Y para convencer al Tottenham, los partenopeos -vigentes campeones de la Serie A- cuentan con los más de 36 kilos que estaban dispuestos a pagar por Gabri Veiga. El mismo diario asegura que el club celeste tiene otras dos opciones, pero cita a dos mediocentros de un corte menos ofensivo que el argentino como son el marroquí de la ACF Fiorentina Sofyan Amrabat y el alemán del Udinese Calcio Lazar Samardzic.
Por su parte, en el Real Betis tienen la intención de mantener viva esta ilusionante posibilidad hasta el último minuto previo al cierre del mercado. La ampliación de capital ayuda a seguir soñando con Lo Celso, pero tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo. El presidente, Ángel Haro, aseguró que la primeras medidas con esta maniobra son las de equilibrar unas cuentas muy dañadas por las pérdidas durante la pandemia e inscribir por fin a Marc Bartra y Héctor Bellerín (con avales del propio Haro y de López Catalán). Y para poder aspirar a nuevos refuerzos, "hay que vender a algún jugador".
Con todo, la mejor baza con la que cuenta el Betis es que Lo Celso ha transmitido su deseo de volver a vestir las trece barras a través de sus representantes. El contacto es permanente y, si el Nápoles no lo impide a golpe de talonario, ya sólo queda esperar a ver si en esta última semana se dan las condiciones propicias y hay algún resquicio para "hacer posible lo imposible", como admitió el vicepresidente heliopolitano, José Miguel López Catalán, en una entrevista en la Cadena Cope previa a la junta extraordinaria de accionistas.
"Estos jugadores como Lo Celso... A ver, son jugadores que tenemos buena relación. Está reconocido por sus agentes que quiere volver al Betis y es una alegría que jugadores como él quieran volver. Ahora mismo está en otro club y el entrenador cuenta con él; pero han pasado muchas cosas en estos veranos y siempre hay cosas imposibles el 20 de agosto que luego el 29 se abren. Para eso estamos preparados. Sabemos de la ilusión de este final de mercado, sabemos lo importante que es llegar lo más alto posible. Los béticos nos conocen, la ambición que tenemos es máxima", manifestó López Catalán.