Betis - Alavés: La polémica de Hernández Hernández y el VAR en el Villamarín

Aunque es cierto que ha expulsado a cuatro jugadores del Real Betis en los seis últimos encuentros que le ha dirigido, como apunta el querido Fran Martínez en @LaLigaenDirecto, sería bastante injusto atribuir a Hernández Hernández demasiada responsabilidad en la derrota verdiblanca ante el Deportivo Alavés. El bajón heliopolitano en las últimas semanas escapa al control y a la influencia del lanzaroteño, lo que no quita que su actuación haya sido deficiente una vez más. Acertó sin duda en el primer penalti de Marc Bartra a Kike García a los diez minutos, cuando el murciano se levanta tras un primer agarrón del catalán y se mete en el área para ser derribado de nuevo, consiguiendo la pena máxima. Se revisó rápidamente desde la sala VOR de Las Rozas, aunque no había mucho que discutir. Sin embargo, Iglesias Villanueva sí rescató al colegiado principal poco después, ya que había señalado otro penalti idéntico.

En primer lugar, realizó el gesto del VAR de manera un poco incomprensible en busca de un fuera de juego previo que no existía, pues lo rompía Diego Llorente, aunque aceptó de buen grado ir al monitor ante la posibilidad, luego confirmada, de un 'piscinazo' del delantero en cuanto sintió el mínimo contacto del central. Le faltó, para rematar su corrección, una amarilla por tirarse a la piscina y, encima, protestar. Pero el caballo de batalla de las críticas béticas radica en la acción que derivó a los 55 minutos en la roja a Romain Perraud. Por mucho que desde algunos frentes se debata si la acción se encontraba dentro de lo que en el argot arbitral se conoce como 'zona DOGSO', protestan los locales que el balón había salido por la línea de fondo en el inicio de la jugada sin que el meta Jesús Owono lo posara en el césped para sacar con los pies, rescatándolo de fuera el ecuatoguineano para habilitar con los brazos a Carlos Vicente, objeto de la falta en cuestión del lateral francés.

No hubo revisión minuciosa de la acción ni fue instado Hernández Hernández a verlo en el monitor. Por último, en el minuto 82, perdonó la roja directa a Moussa Diarra por un plantillazo al gemelo de Vitor Roque que se quedó en amarilla. Con el 1-2 campeando desde pocos minutos antes en el marcador, la igualdad numérica habría conferido seguramente a los de Manuel Pellegrini algunas opciones de haber empatado el encuentro en las postrimerías del choque, por lo que, si no determinante, sí se puede decir que el arbitraje del juez adscrito al colegio grancanario fue ciertamente lesivo para los intereses de la escuadra de La Palmera.