Los números no son optimistas, pero los recuerdos sí. El Real Betis no parte, a priori, como favorito en el duelo de este jueves ante la Roma. El equipo de José Mourinho es un club mucho más poderoso económicamente, que este año ha incorporado a Dybala, Belotti, Wijnaldum o Nemanja Matic -y afrontado sus sueldos-, cuya única aspiración es jugar la Champions League y que no hace muchos años fue semifinalista en esta competición.
Y a eso se añade que los números y las estadísticas históricas tampoco le acompañan y de las tres visitas que el conjunto heliopolitano suma a Italia en competiciones europeas, dos se han saldado con derrotas.
Sin embargo, las sensaciones son otras. Posiblemente sea porque el último antecedente llegó hace tan sólo cuatro años y aquel Betis de Quique Setién dio una lección de fútbol en San Siro ante el histórico Milan. Liderado por Canales y Lo Celso y con goles del argentino y del paraguayo Toni Sanabria, de penalti, el equipo verdiblanco se imponía (1-2) después de que Cutrone igualara a uno de forma parcial.
Pero incluso la primera visita, también a Milán y con motivo de la extinta Recopa de Europa de la 77/78, la derrota ante el equipo 'rossonero' (2-1) significó una gran alegría para el cuadro verdiblanco, que unos meses antes había ganado su primer título, pues llegaban con una ventaja de 2-0 de la ida y pasaron a la siguiente fase.
El único mal recuerdo en tierras italianas llegó en los octavos de final de la Copa dela UEFA 1998/99. En aquella ocasión, el Betis viajaba hasta Bolonia para enfrentarse al equipo local, que le superó por 4-1 con goles de Fontolan (2), Kolyvanov y Luciano Siqueira mientras que Benjamín Zarandona hacía el tanto bético. Era un equipo que Javier Clemente, poco después de ser cesado como seleccionador, había cogido en muy malas condiciones y que había tratado de reconducir a raíz de reforzar la defensa. Aquel Betis había vuelto a ganar, pero no divertía y casi todos los partidos los vencía por el mismo resultado (1-0). Ese mismo fue el que sacó en la vuelta ante los italianos, pero esta vez no le valió para superar la eliminatoria.
En esta ocasión, el Real Betis de Manuel Pellegrini se estrena en una nueva ciudad y en un nuevo escenario, el Olímpico de Roma, donde tratará de dejar su sello, como ya hiciera en Milán.