No pudo ser. Por segunda ventana consecutiva, Héctor Bellerín estuvo esperando una llamada del Real Betis hasta el final, pero, si llegó a producirse, no llevaba buenas noticias. Si hace dos veranos era él la prioridad por la importante lesión de Sabaly y fue su amigo Dani Ceballos el que se quedó compuesto y sin retorno, en la 22/23, las limitaciones económicas impuestas por la exigencia de LaLiga de cumplir a rajatabla con el tope salarial y la ausencia de salidas que generaran un margen de maniobra suficiente han impedido que el lateral derecho pueda volver al sitio en que, como verbalizó en su última entrevista antes de marcharse, se ha sido más realizado. "Hice un esfuerzo para venir y estoy dispuesto a hacer el esfuerzo que sea para que ésta siga siendo mi casa, porque estoy feliz aquí", argumentaba a finales de mayo de 2022, pero acabó aceptando la oferta a última hora del Barça en ese mercado estival y la del Sporting Clube en la invernal, a sabiendas de que Montoya no se iba y que Pellegrini pedía un atacante más (Ayoze).
En Lisboa, ha caído de pie. Aunque sólo firmó como culé hasta el 30 de junio de 2023 para volver a esperar a los heliopolitanos, no recibió ninguna seguridad al respecto desde la planta noble del Benito Villamarín, por lo que se subió en el barco del José Alvalade. Inicialmente, con el mismo listón temporal, pero su regreso al Betis se deberá posponer un poco más, puesto que el contrato tiene letra pequeña. En realidad, ha firmado 1+2 para que el traspaso sea un cesión con opción de compra y ambos clubes tengan beneficios fiscales, por lo que, estrictamente hablando, Bellerín está atado hasta 2025, entre otras cosas porque los sportinguistas han pagado un millón fijo y otro en variables por el 80% de su pase, siendo el 20% de cualquier venta futura para los azulgranas. Por seis meses, demasiado a todas luces. Y el protagonista lo tiene tan asumido que ya es un indiscutible para Rúben Amorim, técnico blanquiverde, como carrilero por la derecha en un 1-3-4-3. Y, tras seis encuentros oficiales y una importancia creciente, se estrenó este lunes como goleador en la victoria (2-0) ante el Estoril Praia en la jornada 22ª de la Primeira Liga portuguesa, al incorporarse al ataque y resolver por bajo en un balón suelto.
Pero Héctor sigue teniendo al Betis y a la capital hispalense en su cabeza. No en vano, aprovecha cada permiso, tanto en Barcelona como en tierras lusas, para regresar a saludar a viejos conocidos y amigos, pero también a perderse en las calles de su Centro Histórico en busca de tiendas de ropa de segunda mano o tabernas típicas. Este martes, utilizó una 'story' de Instagram, seguramente con una imagen de archivo (porque apenas le habría dado tiempo, ya que terminó de jugar a las 23:00 hora española) de unas palmeras y La Giralda de fondo, para felicitar el Día de Andalucía a quien calificó como "Mi Gente", acompañando el mensaje con tres corazones que formaban la bandera de la comunidad autónoma en este 28-F festivo... y del Betis.