Aunque no pueden inscribirse nuevos jugadores hasta el próximo 1 de enero de 2023, el inicio del Mundial de Qatar ha dado el pistoletazo oficioso de salida al mercado invernal, sobre todo el que abarca un segundo escalón con futbolistas que no están participando en la magna cita de Oriente Medio. A su finalización, algunos de los que descollen allí o se revaloricen podrían encontrar acomodo para los dos tercios restantes de curso que aún aguardan en las grandes Ligas europeas, detenidas por este grotesco invento de meter con calzador en otoño un evento tradicionalmente veraniego. Una de las consecuencias es la ya apuntada, que asemeja la ventana estival a esta de enero que, para la ocasión, habría arrancado a mediados de noviembre. Y, por ende, muchos clubes peinan ahora mismo torneos de todo tipo, todavía con la crisis económica heredada de la sanitaria haciendo estragos.
En Nervión, el Sevilla FC está obligado a ignorar las grandes pérdidas que presentará en su próxima junta de accionistas para revolucionar en lo posible un vestuario acomodado y sin chispa que ha llevado al equipo blanquirrojo a los avernos de la clasificación de Primera división, mientras que, en Heliópolis, la bonanza deportiva contrasta con los números rojos, aunque permite un respiro en lo que a exigencia de refuerzos se refiere, con una versión oficial que expresa recelo por el poderío inglés respecto a sus 'pesos pesados' y anuncia un trabajo de cobertura por si hubiese una fuga de talento, amén de por si apareciese una gran oportunidad de mercado, aunque la realidad es que el escenario más factible sería el inmovilismo, apostando por la continuidad de todos (si acaso, el adiós anticipado de Montoya y un Loren reacio a emigrar de nuevo) y la consideración del promocionado Juan Cruz y un Juanmi en vías de recuperación como las grandes altas para lo que queda de 22/23.
Otra cosa es el adelanto del trabajo para la 23/24 y posteriores, con varias hojas de ruta sobre la mesa de la comisión ejecutiva, que cuenta como cabezas visibles a Ángel Haro, José Miguel López Catalán, Antonio Cordón, Manuel Pellegrini y Federico Martínez Feria. Entre ellos se diseñan los esbozos del proyecto 4.0 con el 'Ingeniero' al frente, condicionado a una gran venta que ya se antoja urgente, bienvenida e inexcusable. Antes, habrá una junta extraordinaria posterior a la ordinaria del próximo 15 de diciembre en la que, 'palancas' aparte de 65 millones, se acometería una posible ampliación de capital que enjugue la deuda a corto plazo y otorgue liquidez, a pesar de que la planificación del ejercicio venidero, que recibiría un gran empujón en caso de clasificación para la Champions League, pasa por agotar al máximo el mercado de jugadores a coste cero.
En la lista ya conocida figuran nombres como el lateral derecho Héctor Bellerín, que sólo firmó hasta el 30 de junio de 2023 en el Barcelona y no tiene visos de renovar, aunque la Roma aprieta para llevárselo en enero, lo mismo que ocurre con Houssem Aouar con el que se alcanzó un principio de acuerdo el pasado verano y que ya ha anunciado que agotará la presente campaña en el Lyon. Además, Dani Ceballos tiene un panorama idéntico en el Real Madrid, por lo que, si todo sale según lo previsto y nadie les seduce, desembarcarían en La Palmera en cuanto fuera posible su encaje económico. Sin embargo, Cordón no se juega el futuro de la plantilla únicamente a esas tres cartas, tanto por la posibilidad de que se las quiten como por la necesidad de potenciar otras demarcaciones.
Como ya se anunció, Rui Silva, Guido Rodríguez, Álex Moreno y William Carvalho, en ese orden, parecen los principales activos para hacer caja de un Betis que busca porteros, laterales, centrales, extremos e, incluso, delanteros polivalentes que se acomoden a sus posibilidades financieras. Se cuenta con el fin de contrato de futbolistas como Bravo (del que se consideraría una ampliación si se vende al meta portugués para no empezar de cero en esa demarcación), Guardado, Joaquín, Víctor Ruiz y Camarasa, aparte de propiciar las de Montoya, Dani Martín y Loren de entre los que terminan en 2024. En el lado contrario, se trabaja con informes adelantados de muchos jugadores que llegarían libres, ultimándose investigaciones más personales en varios casos e, incluso, negociándose con agentes e intermediarios de un grupo más reducido, los que han pasado el último corte.
Por ejemplo, no es ningún secreto que gusta el guardameta Iñaki Peña, que el Barcelona trata ahora de renovar contrarreloj, pero también se estudia el caso de David Soria (Getafe) y han sido ofrecidos Rossi (Boca Juniors), Safonov (Krasnodar) y Amir (Ponferradina); en los laterales, no hay nada, pese a los rumores, por el madridista Odriozola, ya que se conformarían con una pareja Sabaly-Bellerín ahí con Aitor Ruibal como apagafuegos, al tiempo que en la izquierda sí hay sondeos por Grimaldo (Benfica), mientras que ha llegado la opción de Bensebaini (Gladbach); en el centro de la defensa, no se descarta promocionar a Félix, pero se sigue a Ndicka (Eintracht), Söyüncü (Leicester) o Djiku (Estrasburgo); por fuera, sobresalen Martín Ojeda (Godoy Cruz, con los que ha habido algún intercambio de opiniones en esta gira) y Bamba (Lille), pero todo depende de si vuelve o no Lainez; por dentro, pendientes del futuro de Paul y Guido, se piensa en Aleix García (Girona), Grillistsch (Ajax) y Lerma (Bournemouth), mientras que arriba, si saliese Willian José, destaca el ofrecimiento de Brereton Díaz (Blackburn).