Regresó ante el Manchester United diez meses después de lesionarse de gravedad en su tobillo izquierdo. Un desconocido 'síndrome de Haglund' le obligó a pasar por el quirófano y a iniciar una larguísima rehabilitación que le llevó a plantearse, seguramente, el final de su carrera, pero, a sus 33 años, recogió el guante lanzado por el Real Betis en forma de guiño y, con una temporada más por delante en esta segunda etapa de verdiblanco, está preparado para dar otro paso al frente, volver por sus fueros y, en este contexto incierto, tras la marcha de Chadi Riad, Sokratis y, ahora, Pezzella, liderar de nuevo la retaguardia heliopolitana. Con gestiones encaminadas a contratar un sustituto del argentino, empezando por Vitao como 'plan A' e insistiendo por Coulibaly, aunque con las espaldas cubiertas por el buen nivel de Mendy, en los despachos de La Palmera y Los Bermejales se trabaja a destajo, si bien el catalán continúa en sus trece.
"Soy un privilegiado, porque volver a hacer lo que amo no se describe con palabras. Cuando pitó el árbitro, vinieron los compañeros a darme la enhorabuena y ahí hubo un momento en el que me vacié. He aguantado y he pasado por muchísimo durante este proceso, que ha sido larguísimo. Llegó, además, en un mal momento, porque tenía ganas de poder jugar con el Real Betis de nuevo. Entonces dices 'ya está'. Las sensaciones que tuve durante el partido fueron muy buenas y los compañeros estaban muy contentos por mí. Me salió llorar de alegría", apuntaba este viernes Bartra en una entrevista con los medios oficiales del club en la que rebosaba optimismo: "Me siento curadísimo y muy bien. La idea era llegar al primer partido de LaLiga pudiendo ser titular. El reto es estar al 200% para el partido contra el Girona FC y, a partir de ahí, que el míster empiece ya a saber que soy uno más del equipo y que voy a aportar todo lo que llevo dentro".
El '5' tiene "muchas ganas de defender y de aportar" su granito de arena "en el día a día, siendo una pieza importante en el vestuario y dentro del campo", una motivación que siente desde que llegó en 2019: "El Betis me lo da todo. Es algo muy especial. Desde que estoy aquí he coincidido con mucha gente y tenían esa humildad y bondad que se transfiere. Esa gente está por y para el Betis. Esto es una familia. Te engancha y te atrapa. La afición lo siente igual. Y en el campo no puedes defraudar a la gente que tienes alrededor". Y, aunque faltan mimbres, celebra la competencia, pues "hará crecer al equipo", empezando por Llorente: "Diego nos va a ayudar muchísimo; se lo he dicho. Y Mendy, igual. Estamos viendo que tiene unas condiciones espectaculares, que está dando garantías contra equipos grandes. Entre los que estamos está muy bien cubierto".