Cédric Bakambu reconoció recientemente en la entrevista a ESTADIO Deportivo que su realidad actual en el Betis no se correspondía con sus deseos, pues le gustaría haber recuperado ya su mejor nivel tras la lesión y también llevar dos o tres goles. Sin embargo, también apuntó que está tranquilo, que ni él ni Pellegrini han querido precipitarse en su puesta a punto y han dosificado los minutos.
Sin embargo, en el beticismo sí que ha crecido la preocupación por la discreta aportación del congoleño desde que reapareció contra el Mallorca el 23 de septiembre, pues desde entonces no ha visto puerta y tanto solo ha sido titular en dos partidos en LaLiga, contra Espanyol y Osasuna. Y es que, además, se produjo la circunstancia de que, cuando Pellegrini cambió el sistema al 4-4-2 por la ausencia de Lo Celso, fue adelantado por Chimy Ávila como compañero de Vitor Roque, titular indiscutible, en la punta de lanza.
Una vez con el rosarino de vuelta, el Betis ha regresado al 4-2-3-1, con el brasileño solo arriba, lo que complica más si cabe su acceso a la titularidad en el campeonato liguero, por lo que sus opciones de reivindicarse de inicio se limitan a la Conference League y a la Copa.
Por ello, la cita del jueves (21:00 h) contra el Mladá Boleslav checo se presenta como un examen muy importante para el ariete, que contra el Valencia fue uno de los elegidos para entrar en el campo tras el 4-1 y dejó buenas sensaciones, con continuos desmarques y participación en el tanto del Chimy, al contabilizarse su pase como asistencia aunque casi todo lo hizo el argentino.
Bakambu fue titular ante el Celje y el Copenhague y, a priori, se espera que salga de inicio en Chequia, aunque también está la opción del Chimy, al que, eso sí, podría colocar por banda. Lo cierto es que el africano estará en el centro de las miradas para valorar su rendimiento en una nueva ocasión para estrenarse y demostrar que puede alcanzar la versión por la que se le fichó, de cara, incluso, a valorar su continuidad en el Benito Villamarín.
Cabe recordar que llegó el pasado enero procedente del Galatasaray a cambio de cinco millones y que, condicionado por las lesiones, hasta ahora solo ha marcado dos goles en 17 partidos y se ha empezado a cuestionar su incorporación. En Chequia estará vigilado de cerca y será crucial que maximice sus minutos.