La salida de Ayoze Pérez del Betis será oficial en las próximas horas. Sin duda, una baja de peso para el conjunto verdiblanco, pues el tinerfeño era una de las principales armas ofensivas del equipo adiestrado por Pellegrini, como demostró el pasado curso con sus 11 tantos y dos asistencias en 38 partidos. Un rendimiento que le abrió las puertas de la selección española y le llevó a coronarse campeón de la Eurocopa, en un escaparate que a la postre ha servido de rampa de lanzamiento para su marcha del Benito Villamarín.
Después de ausentarse por segundo día consecutivo de la sesión de trabajo de este martes, el internacional ha sido cazado esta mañana junto a sus representantes saliendo de las oficinas del coliseo de La Palmera. Poco después, acudía al Aeropuerto de San Pablo y tomaba un avión que le ha llevado a Valencia, desde donde llegará a su nuevo destino, como puede verse en las imágenes de El Chiringuito, donde no ha querido hacer declaraciones,
Todo está cerrado, a falta de los preceptivos exámenes médicos, si bien como ya admitió Ángel Haro, el 'submarino' abonará los 4 millones de euros de su cláusula de rescisión mediante un traspaso, que beneficia fiscalmente a ambos clubes. Por lo demás, en el Betis entienden que el intento que hicieron por retenerlo ya estaba por encima de sus posibilidades económicas, destacando que la decisión del delantero de cambiar de aires responde exclusivamente a su intención de ganar más dinero.
"Ha llegado una oferta muy sustancial del Villarreal, a la que el Betis no puede llegar. Aún así hemos hecho un esfuerzo por encima del que debíamos. Hemos estado incluso por encima de lo que yo digo el umbral del dolor en una negociación. Y se nos ha pedido algo más que ya el club, por responsabilidad, no ha podido hacer. Con todo el respeto, el Villarreal aspira a lo mismo que nosotros", aseguró el presidente verdiblanco este pasado lunes.
En concreto, según el periódico Mediterráneo, el club castellonense le ha puesto por delante un sueldo con el que podrá recuperar el estatus que tenía en la Premier League, cuando militaba en las filas del Leicester, pues hay que recordar que para firmar por el Betis aceptó una importante rebaja, a cambio de imponer esa asequible cláusula de rescisión que ahora le ha abierto la puerta.
Además, ha sido clave que el Villarreal le ofrezca, a sus 31 años, un contrato por cuatro temporadas, mientras que el Betis le mantenía su actual vinculo hasta 2027, con un año más opcional condicionado al número de partidos que jugase en esa tercera campaña, según la Cadena Ser. Una oferta que no convenció a un Ayoze que ya es historia en el conjunto verdiblanco.