Se encuentra "bien, cada vez mejor, cogiendo sensaciones en los entrenamientos". Agradece "tener la semana entera" para "sumar ritmo", porque han sido prácticamente dos meses fuera. Desde que el pasado 13 de enero el granadinista Bruno Méndez le hiciera una tijera junto a la banda de los banquillos del Benito Villamarín para 'reventarle' el tobillo derecho. Las primeras impresiones no eran tan malas, aunque Ayoze Pérez, nunca mejor dicho, ha querido pisar sobre seguro para volver este 3 de marzo en el Metropolitano. Su salida en la segunda mitad dio más mordiente al Real Betis, gozando de una clara ocasión con un gran reverso que desbarató Jan Oblak. Con todo, los verdiblancos se viniera de vacío, pese a hacer "ocasiones suficientes. El cambio de actitud en la segunda parte, cuando es verdad que ellos dan un paso atrás, fue evidente", siendo clave el cambio de chip: "Fuimos a por el partido. Fue una pena, porque faltaron cosas en la primera parte, cuando regalamos ocasiones a un rival con mucha pegada".
Se lamenta el tinerfeño en su entrevista de este miércoles en 'Más de uno' de Onda Cero Sevilla de haber perdido "una oportunidad de hacer daño" al Atlético de Madrid, pero, como en todas sus valoraciones de la temporada bética, no pone paños calientes: "Nos quedamos cortos". En esa misma línea de transparencia y claridad que se agradece, espera que el Athletic Club se proclame campeón de la Copa del Rey el próximo 6 de abril en La Cartuja: "La verdad es que nos conviene; sería absurdo negarlo. A día de hoy, nos pondría en posición de Europa League. Tenemos que mantener la plaza en la que estamos. Quedan partidos bastante difíciles donde el equipo debe demostrar la capacidad que tiene para competir y que nos ha faltado por momentos. Luego, lo que no esté en nuestras manos... Pero en lo que podamos influir hay que hacer todo lo posible".
Porque Ayoze ve imperdonable haber caído en la fase de grupos de la Europa League y en la ronda intermedia de la Conference League, un fracaso sin paliativos: "El equipo no tuvo la capacidad de competir los 90 minutos o toda la eliminatoria, en el caso del Dinamo. En Europa pagas no estar enchufado todos los minutos. Muchas veces se trata más de eso que de lo futbolístico. Nos faltó ese espíritu competitivo y el resultado fue el que fue. Por momentos, parecía que andábamos bien, pero esas desconexiones las pagas. Estuvimos cerca, pero de nada sirve si no logras el objetivo que nos habíamos marcado. Hay nivel, hay plantilla para estar entre los mejores, pero nos quedamos fuera por detalles". Una dinámica histórica que enerva al beticismo... y al '10': "Entiendo la frustración de la gente. Evidentemente, no tiene ningún sentido pensar que no queríamos seguir adelante en una competición tan bonita e importante, pero en las citas más grandes es donde el equipo debe demostrarlo".
E insistía el atacante canario en que hay que replantearse estas competiciones si se logra la cuarta clasificación consecutiva para torneos continentales: "Cuando las cosas no salen como todo el mundo quiere y espera, es totalmente normal y entendible esa frustración. Sobre todo en la UEL, todos sabemos que teníamos el cartel de ser uno de los favoritos, pero quedarte por el camino y tan lejos de un momento tan bonito como una final o una semifinal, que es una sensación especial vivirla, es una pena. Era una oportunidad bonita. Una plantilla tiene la capacidad de hacer cosas importantes, pero por detalles de competitividad o mentalidad nos quedamos fuera. Las eliminatorias, más en Europa, son así". Por eso toca, apretar: "Cada partido que tenemos ahora, con semanas enteras para prepararlos más y mejor, hay que competirlos al máximo. Estamos en una posición privilegiada que hay que defender con todo lo que tenemos. Cada punto es crucial y es clave ya. Todo se decide en los últimos partidos; hay que seguir, estar ahí, sumar lo máximo posible de tres en tres para estar a final de temporada en estos puestos altos".