La lesión de Isco Alarcón ha supuesto un revés tremendo para el Betis por su aportación capital sobre el terreno de juego y su rol determinante a la hora de generar peligro en la zona de influencia. Una ausencia que el conjunto bético está acusando sobremanera a pesar de que también cuenta con el talento de Nabil Fekir, al que Pellegrini ha encomendado la labor de ocupar el lugar del malagueño.
Más allá de que se traten de futbolistas dispares y con una contribución diferente, el problema no reside únicamente en que difícilmente pueda hacer olvidar al de Arroyo de la Miel a pesar de su calidad e indiscutible esfuerzo sobre el terreno de juego, sino también por el desgaste sufrido por el franco-argelino, obligado a jugarlo absolutamente todo por las ausencias que acechan al conjunto heliopolitano recién recuperado de una lesión, lo que ha provocado que se encuentre en una situación límite.
De ese modo, Fekir finalizó el partido en Zagreb, en el que el Betis cayó eliminado de la Conference League, con muchísima fatiga muscular y físicamente agotado, reflejo de que apenas si ha disfrutado de descanso desde su regreso. Así las cosas, desde el 27 enero, cuando regresó al once inicial contra el Mallorca, ha encadenado un total de seis partido consecutivos como titular, cuatro en LaLiga y dos en la Conference League, por lo que en las dos últimas semanas ha disputado cuatro partidos seguidos, y ha completado cuatro de ellos, los dos de competición europea y los ligueros ante Getafe y Alavés. Entre medias, disfrutó de 78 minutos contra el Cádiz. Así las cosas, ha diputado 270 minutos en el plazo de una semana.
Este aluvión de minutos ha provocado que Fekir se encuentra exhausto y que los servicios médicos manden una serie advertencia a Manuel Pellegrini sobre el alto riesgo de que caiga lesionado si no le otorga un respiro el próximo fin de semana, cuando el Betis se ve las caras al domingo a las 16:15 horas en el Benito Villamarín contra el Athletic, una cita muy importante para los heliopolitanos de cara a su lucha por la única vía que le queda para entrar en Europa.
En este sentido, el balón se encuentra en el tejado de Pellegrini, que tampoco dispone de muchos argumentos para suplir a Fekir, pero que se lo pensará ante el desastre que supondría que sufriera una grave lesión. Así las cosas, el sábado se estudiará su estado en el último entrenamiento y se tomará una decisión sobre si parte de inicio contra los vascos o se le brinda un respiro empezando desde el banquillo.