Si hay una demarcación asegurada en el Real Betis, ésa es la de lateral derecho. Es más: se trata de la única con hasta tres efectivos en la primera plantilla, todos con contrato en vigor y cierto colchón por delante. Razón de más para que los que vienen por debajo vean pocas perspectivas de promoción ahora mismo. De hecho, sus renovaciones están paradas, bien por la inexistencia de propuestas para seguir o por falta de acuerdo. Competencia aparte, se ha generado un atasco, quizás inoportuno, en un puesto que invitaba a pensar en un inminente cambio generacional ahora en entredicho. No por edad, ni siquiera por calidad y proyección, sino por un 'overbooking' que no tiene demasiada pinta de disiparse a corto-medio plazo, más allá de que el ex del Girondins de Burdeos deba apagar fuegos en la izquierda si se va Ricardo Rodríguez.
En este sentido, Aitor Ruibal acaba de ampliar su vínculo con los verdiblancos hasta el 30 de junio de 2028, mismo horizonte que tiene Héctor Bellerín, al tiempo que a Youssouf Sabaly le resta año y medio por delante. La polivalencia del de Sallent y del franco-senegalés, capaces de jugar a pie cambiado (el primero, más adelantado, incluso de referencia en la delantera), aseguran su permanencia. Un 'problema' añadido para Pablo Busto y Ángel Ortiz, extremo reconvertido como Aitor. El nazareno (19) tuvo una pronta irrupción en la elite, además como internacional, pero se antoja algo estancado, mientras que el almendralejense (20) le había adelantado en el Betis Deportivo en las preferencias de Arzu hasta su reciente lesión, que le pilló, para más inri, a punto de estrenarse con los mayores por las urgencias ahí.
Ambos terminan en 2025, como el juvenil Jan Encuentra. Más atados (hasta 2026) están Óscar Masqué y Marcos Solís, este último también central del Betis C, donde militan igualmente Godino (23) y Cisco Rodríguez (21), inicialmente con otras perspectivas de futuro, más ligadas al ascenso progresivo de categorías de la escuadra adiestrada por Capi. De todas maneras, en cuanto se abroche la inminente ventana invernal de transferencias, será hora de sentarse a planificar los siguientes pasos en los equipos inferiores. El Betis Deportivo, por ejemplo, va flechado hacia el 'play off' de ascenso a Segunda división, una categoría que exigiría ya una mayor inversión y la búsqueda de experiencia en todas las líneas. No tanto opor conservar el privilegio sino por foguear adecuadamente a los que vienen y afianzar próximos saltos a Primera.