Óscar Murillo4 min lecturaEl Aston Villa está de capa caída. Las cuatro derrotas seguidas y cinco encuentros sin ganar no sólo han significado un bajón en la Premier League (los de Unai Emery son novenos, aunque en realidad a un solo puntos de la zona Champions), sino la eliminación de la Carabao Cup en octavos de final a manos del Crystal Palace, oficiando encima como local, y el primer traspié en la nueva liguilla de la máxima competición continental. Aunque en la UCL vinieran de un pleno y estén aún entre los ocho primeros, los técnicos de Birmingham han detectado varias lagunas, una de ellas en el centro de la defensa, donde la lesión de Kortney Hause y el bajo nivel exhibido por Diego Carlos y el casi inédito Tyrone Mings deja al vasco casi con lo puesto, sobrecargando de minutos a la pareja formada por Ezri Konsa y Pau Torres. Se busca central con experiencia y en plena forma, sonando en Inglaterra el regreso de Diego Llorente.
Indiscutible para Manuel Pellegrini en este primer tercio de la 24/25, el madrileño apostó por su regreso a España tras su paso por la Roma, apretando al Leeds para que le eximiera a precio módico de los dos años de contrato que le quedaban. Aunque hacía cuatro que pagó 20 millones de euros por él a la Real Sociedad, los ingleses aceptaron 3,25 por un zaguero que se ha asentado rápidamente en el Real Betis, donde tiene una vinculación larga (hasta 2028) para que la entidad de La Palmera pueda asumir el esfuerzo que supone su salario. Su cláusula de rescisión no es alta, aunque tampoco tan baja como las de Germán Pezzella (5) y Ayoze Pérez (4), que terminaron saliendo hacia River Plate y Villarreal CF, respectivamente, haciendo uso de las mismas. El peligro, lógicamente, existe, pues la dirección deportiva que comanda Monchi viene de gastar este verano 176 millones en fichajes, 288 desde que el isleño arribara no hace ni año y medio.
Sin embargo, según ha podido confirmar ESTADIO Deportivo, ni Diego Llorente ni su agencia de representación, Balance International Group, tienen noticias ni del Aston Villa ni del Real Betis al respecto. Puede haber, efectivamente, un interés o una incorporación a una lista concreta de futuribles, aunque no se han producido contactos, tampoco entre clubes, para tramitar un traspaso que, a mes y medio de que se reabra el mercado, sería lo más lógico, pues en enero se pretende un rendimiento y una aclimatación inmediatos, por lo que ya deberían haberse producido los sondeos típicos sobre el salario deseado o, al menos, la receptividad a este movimiento. En la planta noble del Benito Villamarín no tienen al canterano madridista entre sus preferidos para hacer caja, apostando por su continuidad y su liderazgo en la defensa, con el guiño que supone que haya verbalizado, en público y en privado, lo a gusto que se encuentra en la capital hispalense, en el conjunto heliopolitano y al frente de su proyecto deportivo.
