Fernando Mateos6 min lecturaHabía que remontarse al siglo pasado, concretamente a 1998, para ver al Real Betis en los cuartos de final de una competición europea, un techo que sólo había alcanzado dos veces en su historia, ambas en la extinta Recopa. La última vez fue a las órdenes de Luis Aragonés, cayendo en dicha ronda ante el Chelsea, mientras que en 1978 el verdugo fue el Dinamo de Moscú ruso. Ahora, tras la exhibición firmada ante el Vitória de Guimaraes, con un incontestable 0-4 en tierras portuguesas, aguarda un semidesconocido como el Jagiellonia Bialystok, un escollo a priori asequible para alcanzar por vez primera una semifinal continental y seguir soñando con levantar la Conference League precisamente en Polonia (la final se disputará en Breslavia el 28 de mayo).
Antes, habrá que comparecer en dicho país el Jueves Santo (17 de abril a las 18:45 horas) para afrontar la vuelta de una eliminatoria que arrancará el jueves 10 en el Benito Villamarín (21:00 horas). Mientras tanto, Manuel Pellegrini se ha encargado de rebajar la euforia y ya ha advertido de que no hay que confiarse. "No se puede estar pensando en la final sin haber jugado aún los cuartos. Uno de los grandes errores externamente es creer que los rivales son inferiores a los equipos españoles en Europa. Si el Jagiellonia está donde está es por méritos propios", señaló. Pero hay datos que muestran la enorme diferencia existente, sobre el papel, entre un equipo y otro.
Según la web especializada Transfermarkt, el valor de mercado de la plantilla del conjunto polaco es de 22 millones de euros (dos menos que Antony, Lo Celso y Johnny Cardoso), muy lejos de los casi 165 millones en los que está tasado el plantel verdiblanco. Aunque al conjunto entrenado por Adrian Siemieniec le ha bastado con seis participaciones europeas para alcanzar el mismo techo que su rival. De hecho, su presencia en los octavos ya era un récord para el club, haciendo bueno el 3-0 de la ida ante el Círculo de Brujas para seguir haciendo historia pese a caer este pasado jueves por 2-0 en su visita al conjunto belga.
Fundado en 1920, el Jagiellonia jugó hasta los años ochenta en las categorías semiprofesionales de Polonia, ascendiendo por primera vez a la Ekstraklasa (la máxima categoría del país) en 1987. Pero su explosión ha llegado en este siglo, logrando sus primeros títulos en la 09/10 con un doblete (Copa y Supercopa) que le hizo estrenarse en Europa a la campaña siguiente, disputando sólo hasta este curso algunas rondas previas de la Europa League.
Tras ganar la primera Liga de su su historia en la 23/24, esta temporada cayó en la previa de la Champions ante el Bodo Glimt noruego (global de 5-1) y tampoco pudo acceder a la Euroopa League frente al Ajax de Ámsterdam (7-1). Pero en la Conference League camina con paso firme. Acabó noveno la Fase Liga y vapuleó al TSC serbio en la ronda intermedia (3-1 y 1-3) antes de celebrar el referido pase a cuartos en Bélgica. No le hizo falta tirar de su gran estrella, que no es otro que el angoleño Afimico Pululu, quien suma 18 goles y cuatro asistencias en 40 partidos oficiales en el presente ejercicio, llegando ocho de sus tantos en la tercera competición continental. A sus 25 años, nunca antes había mostrado esa facilidad anotadora, ni en su paso por el Basilea, en cuya cantera se formó, ni la campaña y media que pasó en el Greuther Fürth alemán, antes de llegar libre al Jagiellonia en 2023 (la pasada campaña ya hizo 14 tantos).
Junto al delantero nacido en Luanda, otras de las figuras del rival verdiblanco son los tres españoles que hay en sus filas: el veterano centrocampista Jesús Imaz, con pasado en el Cádiz, el extremo diestro Miki Villar, ex del Ibiza (ambos llegaron del Wisla Cracovia), y el central Adrián Diéguez, el único de ellos que ha militado en LaLiga, con Huesca y Alavés, aunque actualmente se encuentra lesionado.
El Real Betis tendrá que viajar para buscar el pase a las semifinales de la Conference League a la ciudad de Bialystok, en el noroeste de Polonia y a unos 60 kilómetros de la frontera con Bielorrusia. Con una población de unos 292.000 habitantes, la ilusión es máxima en torno a su equipo, que juega sus partidos como local en el Stadion Miejski, desde 2024 denominado Chorten Arena. El mismo fue inaugurado en 1972, aunque fue remodelado de forma integran en 2014 para ampliar su aforo hasta los los 22.432 asientos.
