El futuro de Héctor Bellerín parece haber dado un giro de 180 grados, después que el entorno del catalán haya percibido las dudas del Sporting Clube acerca de ejercer la cláusula en su contrato que permite ampliar dos temporadas más su vinculación a cambio de un millón de euros, convirtiéndose automáticamente en lisboeta hasta el 30 de junio de 2025, con una cláusula notoria (aunque menor de los 50 kilos que tenía en la Ciudad Condal) y un 50% de los derechos en poder del Barcelona. Según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, eso sí, el club portugués no ha tomado una decisión todavía, siendo rigurosamente falso que le hayan comunicado que se marchará el próximo verano, un paso que depende mucho del rendimiento de aquí a entonces del lateral derecho.
Sea como fuere, el agente de Bellerín ha cumplido con su trabajo de cubrirse las espaldas por si, finalmente, no hay acuerdo para convertir a su pupilo de cedido a contratado de pleno derecho en los 'Leoes', por lo que se reunió hace unos días con los dirigentes del Real Betis para hacerles saber que el deseo de regresar del zaguero permanece intacto. Dado que el problema con las inscripciones y el margen salarial impidieron la vuelta a Heliópolis del ex del Arsenal el pasado verano, no se pudo activar el contrato por 3+1 temporadas que se había pactado entre las partes para que el caché de Héctor tuviera cabida en La Palmera. Al existir esa entente, fue sencillo reactivarla, por lo que no es descabellado afirmar que hay un entendimiento para que la vinculación entre el badalonés y los verdiblancos tenga únicamente un año de 'impasse'. Pero es necesario insistir en el hecho de que no se puede afirmar con rotundidad que el futuro esté escrito en este sentido.
De hecho, Sporting y Bellerín estuvieron de acuerdo en articular su salida del Barça como una cesión remunerada (1 kilo) con opción de compra (por otro tanto) por otros dos para no hipotecarse, dejando el futbolista de paso la puerta abierta a cumplir su sueño de reunirse de nuevo con sus amigos Aitor Ruibal y Borja Iglesias. Desde el círculo más cercano al otrora 'gunner' avisan de que lo primero será escuchar a los lusos y, en caso de interesar a ambos continuar ligados, hacer uso de la citada cláusula, que no se impone en ningún caso unilateralmente, sino que debe ser de mutuo acuerdo. Si no prospera esta vía, el Betis aparece en el horizonte vivamente interesado en recuperar a su 'hijo pródigo', debiendo buscar acomodo a un Montoya con contrato hasta 2024.