Protagonista este miércoles en sala de prensa junto a Manuel Pellegrini, lo que suele ser sinónimo de titularidad un día después, Guido Rodríguez se encuentra en un momento delicado de su carrera deportiva. Delicado por incierto, ya que, a sus 29 años, goza de la titularidad en el Real Betis y del reconocimiento local (el 'Guido, quédate' es casi un himno ya en Villamarín), nacional e internacional. El campeón del Mundo, tasado por la página web especializada 'Transfermarkt' en 28 millones de euros, afronta a priori los últimos meses de su contrato, pues el que firmó al abandonar Club América expira el 30 de junio de 2024. Es por eso que desde La Palmera le pusieron por delante al borde del 'deadline' estival las propuestas de Olympique Lyonnais (15 kilos más bonus) y Nottingham Forest (7,5 más pluses), rechazadas de plano por el italo-argentino.
Como es bien sabido, el pivote será padre por segunda vez a principios del año próximo y, en estos momentos, lo último que desea son cambios en su vida laboral y familiar. Una situación de buena esperanza que, por un lado, estropea los planes verdiblancos de hacer caja con él, aunque, por otro lado, confiere más opciones a una renovación que, con la venta extemporánea de Luiz Felipe al Al-Ittihad, podrá gestionarse en términos económicos más cercanos a las exigencias del '5'. Como poco, Guido quiere cobrar como el segundo mejor pagado en Heliópolis, William Carvalho (2,5 millones de euros netos), un listón al que se podría haber acercado ya la cúpula de la entidad hispalense. Tanto es así que los compañeros de Radio Sevilla hablan de una 'entente cordiale' para que el de Sáenz Peña alargue su vinculación tres temporadas más (hasta 2027).
Consultadas ambas partes de la mesa negociadora por parte de ESTADIO Deportivo, la cautela sigue siendo el denominador común. No se niegan los avances ni la sintonía, aunque se descarta una 'fumata verdiblanca' más o menos inminente. El propio interesado pasaba de puntillas en la rueda de prensa previa al duelo ante el Sparta, aclarando que todos saben lo que pide y necesita el otro para estar satisfecho, pero zanjando la importante cuestión con un lacónico 'a día de hoy soy jugador del Betis'. Con la prudencia por bandera, desde la planta noble del Benito Villamarín se deja clara la firme intención de amarrar a uno de sus jugadores franquicia, que, por cuestiones personales y a la espera de una gran oferta de un club 'Top', transigiría a cambio, como su homólogo en la medular, de una cláusula rebajada de salida durante el primero de los dos meses de la próxima o las próximas ventanas de transferencia veraniegas.
Con el Barcelona pendiente de Guido, bien para este mes de enero o si quedase libre seis meses después, otro de los pretendientes invernales, el Fenerbahçe, está tomando posiciones en busca de un medio de corte defensivo. Según publican en Turquía, el presupuesto que se maneja para la inversión es de 8 millones, una cantidad que difícilmente convencerá al Betis, aparte de que el italo-argentino no cambiará a priori LaLiga por la Süperlig. La prioridad es el libio Al-Musrati, con contrato en el Sporting de Braga hasta 2026 y un valor de mercado inferior al del canterano de River Plate, aunque las exigencias de la entidad portuguesa, con la sartén por el mango al no estar próximo el fin de la vinculación, duplican las posibilidad de la de Estambul.