La ilusión que el Real Betis ha logrado mantener entre sus aficionados a lo largo de la temporada se ha traducido en un ambiente espectacular en cada partido que se ha jugado en el Benito Villamarín. El conjunto que adiestra Manuel Pellegrini da espectáculo, pero más que eso, ilusiona a su siempre incondicional masa social.
Ya no es noticia que haya más de 50.000 personas en las gradas y que se superen los 55.000 espectadores en los partidos importantes que se juegan en Heliópolis. De hecho, porcentualmente, es el equipo que más ilusiona del fútbol español y con un estadio acorde a la masa social, es lógico que aparezca entre los veinte clubes que más espectadores atraen de toda Europa.
Así lo refleja el medio de referencia neerlandés Voetbal, quien sitúa, en un ránking continental basado en datos objetivos, al Real Betis en esa elite del fútbol continental.
De hecho, esa clasificación está encabezada por un Barcelona que este año ha vuelto a reenganchar a sus aficionados y a llenar el Camp Nou tras varias temporadas de sufrimiento. Y que el próximo año tendrá que hacer malabares y ver cómo mete a sus abonados en el Olímpico de Montjuic.
El Barça mete de media 83.148 espectadores por partido y es el único club español entre los diez primeros del continente. Le sigue muy de cerca el Borussia Dortmund, con 81.186 espectadores, y completa el podio otro club alemán, el Bayern de Múnich, que tiene una media en el Allianz Arena de 75.007 personas.
Manchester United (73.886 espectadores), Inter de Milán (72.565), AC Milan (72.029) y Olympique de Marsella (62.654) les siguen. De los españoles, el Real Madrid es decimotercero con 57.073 espectadores, que este año han acudido de media al 'mermado' Santiago Bernabéu; el Atlético es decimocuarto con 56.432 personas en el Cívitas Metropolitano; y el Betis, con 51.067 espectadores, se sitúa en la vigésima plaza.
El crecimiento de las entradas en el estadio verdiblanco también ha ayudado al crecimiento del equipo en las últimas temporadas. No sólo ha empujado a los suyos en los partidos, haciendo del coliseo de La Palmera uno de los más difíciles de batir, sino que también ha ayudado a un crecimiento económico que, según las previsiones, se espera que sea mayor en las próximas temporadas.