La violencia en el mundo del fútbol está viviendo, desgraciadamente, un peligroso repunte, con peleas organizadas en las horas previas a encuentros de Primera división y otras categorías entre los ultras de dos equipos. Afortunadamente, la fuerte presencia policial evita desgracias personales, las únicas irreparables, aunque las fuerzas de seguridad no siempre dan abasto. Eso ocurrió en los prolegómenos del Real Betis-CA Osasuna del pasado domingo a las 14:00 horas, cuando radicales de Gol Sur 1907 e Indar Gorri organizaron vía redes sociales un enfrentamiento con armas blancas (fundamentalmente, de la subcategoría de armas contundentes) en la zona de Reina Mercedes, aunque hubo un incidente aislado que se acercó mucho más al Estadio Benito Villamarín. Grabado por una persona anónima y viralizado rápidamente, se ve a varios encapuchados ensañarse con un hombre que baja de una motocicleta hasta dejarlo aparentemente inconsciente en el suelo.
El ataque dura unos pocos segundos y, aunque la vestimenta negra y la presencia de bufandas y bragas sin distintivos complica sobremanera su identificación, varios testigos presenciales denunciaron a los agentes, que se personaron rápidamente en el lugar y provocaron la dispersión de los energúmenos, que se trataba de hinchas visitantes aprovechando su clara superioridad numérica y la posesión de palos y barras para abatir a un solo aficionado local, indefenso y aparentemente ajeno a toda la trifulca previa. Este miércoles, 'Diario de Navarra' adelanta que, en realidad, si bien no queda clara la autoría y, por tanto, la responsabilidad, todo hace indicar que los Indar Gorri se equivocaron y agredieron a un simpatizante de Osasuna. Trasladado con premura a un hospital hispalense, el Virgen del Rocío, la buena noticia es que no ha sufrido daños de gravedad, pese a la dureza de las imágenes y el lógico temor de todos.
De esta forma, el seguidor rojillo padeció politraumatismos, una herida inciso-contusa en una ceja y la pérdida de una pieza dental, si bien no se temen secuelas. Y eso que, aunque no lo aclaran del todo las imágenes difundidas, el afectado se protege la cabeza, destino de casi todos los palos, con las manos, aunque se habría desprendido previamente del casco, que aparece tirado en el suelo, como la motocicleta. Un milagro, a tenor de lo que pudo verse, pues el hincha navarro se recupera satisfactoriamente. Mientras tanto, la Policía se incautó de palos de madera (tanto bates de béisbol como tacos de billar), un cohete y barras de futbolín, además de proceder a la identificación y filiación de una cincuentena de radicales implicados en las peleas, por lo que ha anunciado que no se descartan próximas detenciones en cuanto se revisen las grabaciones de vídeo y televisión, así como otras de cámaras instaladas en las calles.