El Real Betis completó una nueva sesión en la mañana de este miércoles. La segunda de su 'stage' en Marbella en la que estuvo presente Ricardo Rodríguez. El flamante fichaje completó su primera sesión con el grupo, después de que en el entreno anterior lo hiciera de forma parcial. Tras hora y media de sesión matinal, en una jornada de activación donde la mirada está puesta al enfrentamiento de esta tarde ante el Cádiz CF los futbolistas pusieron rumbo al hotel de concentración. Desde allí descansarán, tomarán su almuerzo y viajarán hacia su próximo destino: La Línea de la Concepción. A su llegada aguardaban numerosos aficionados, entre los que resaltaban seguidores bien jóvenes, con el deseo de conocer de cerca a sus ídolos y tomarse fotografías con ellos.
Del autobús bajaron los 27 futbolistas presentes en la concentración. En este sentido, lo hicieron también Cédric Bakambu e Isco Alarcón, dos jugadores que completaron su entrenamiento en el gimnasio. Tras subir unas pequeñas escaleras, algunos futbolistas como el delantero congoleño o Juanmi Jiménez se detuvieron ante el clamor de los allí presentes y firmaron, sin poner ni un pero, hasta la última camiseta.
También lo hicieron jugadores como Ayoze Pérez o Chimy Ávila, quienes dejaron divertidas anécdotas, como captaron las cámaras de ESTADIO Deportivo. En primer lugar, el atacante canario recibió numerosas peticiones de la afición bética. "No te vayas, por favor", podía oír el flamante campeón de Europa con la Selección española. Se lo decían los padres de un pequeño aficionado que le hizo entrega de un retrato artístico, bien trabajado si cabe. Consciente de los rumores sobre su salida y de los deseos del Real Betis de que prolongue su contrato con el club, el futbolista respondió con una sonrisa, un asentimiento con la cabeza y el dedo pulgar en alto, símbolo de confirmación.
Por su parte, la otra divertida anécdota la firmó, una vez más, Chimy Ávila. El delantero argentino, conocido popularmente por su cercanía con la afición, se detuvo con un aficionado que pidió una foto para su sobrino. Al detenerse, el aficionado confesó ser sevillista, a lo que Chimy recibió con risas y con un cariñoso "No pasa nada".
Sin duda, se trata de una muestra más del amor que reciben los jugadores béticos allá por donde van y que muestra, además, la empatía de los futbolistas con su afición. Una comunión excelente con los suyos.