Vaya por delante que, según todas las fuentes consultadas por ESTADIO Deportivo de cuantas están inmersas en las negociaciones, William Carvalho terminará firmando esta misma semana por el Al-Nassr, vivamente interesado en su contratación por petición expresa de su estrella, Cristiano Ronaldo. Un íntimo amigo de éste, Ricardo Refuge, es el hermano del representante del mediocentro, ejerciendo, por tanto, de intermediario en unas gestiones que están viviendo los lógicos altibajos cuando hay tanto dinero de por medio. Pedro Refuge se descolgaba el viernes pasado con unas declaraciones en las que 'rompía' el presunto principio de acuerdo económico con los saudíes, adelantando que el futbolista "se queda en el Real Betis de momento". Todo ellos por su contraoferta en lo que al salario que percibirá el luso-angoleño, apalabrado en cinco millones de euros netos inicialmente, aunque ahora desea el doble.
Se trata del clásico tira y afloja entre agentes y presidentes o directores deportivos, tratando de 'rascar' una comisión mayor por medio de un aumento de sueldo. Entienden las partes que todo se reconducirá finalmente de manera satisfactoria, aunque la entidad encabezada por Musalli Al-Muammar está demostrando saber jugar perfectamente también a esto, descartando de entrada ese cambio drástico en las condiciones y no dejándose amedrentar por la contundente frase del apoderado de William, plenamente consciente de que tiene en Heliópolis contrato hasta 2026, amén de ser querido y valorado por su entrenador, Manuel Pellegrini, aunque el club hispalense aprieta para que se vaya con el fin de liberar fondos para acometer otros fichajes y deshacerse de la segunda ficha más alta de la plantilla. Y el otrora centrocampista del Sporting CP no tiene más pretendientes reseñables.
El Al-Nassr ha filtrado negociaciones con Saúl Ñíguez, otro mediocentro, antes de preguntar precio al Atlético de Madrid, mientras que valoraría otros nombres en esa posición como el madridista Luka Modric y su compatriota, el interista Marcelo Brozovic. ¿Pero pasa página con Carvalho al interesarse en estos otros jugadores? Según lo que ha recabado esta página web, no. La predilección por el internacional portugués es un hecho y no se va a diluir por las excesivas pretensiones monetarias, sino que los dirigentes saudíes tratarán de reconducirlo en términos satisfactorios para todos. Sin embargo, la reestructuración en el subcampeón de la Saudí Pro League debe ser grande. Con vínculos y simpatías al más alto nivel en el país, el deseo del fondo de inversión de la Familia Real es aportar el dinero necesario para que muchas estrellas del fútbol europeo, sobre todo veteranas, desembarquen este verano allí y eleven el nivel del torneo. Y todas caben si están por la labor. No será por petrodólares.