No es ahora de las fichas más altas del equipo, aunque el Real Betis supo reconocer a su llegada a todo un veterano como Claudio Bravo, que ajustó su elevado caché en el Manchester City para tener cabida en la entidad heliopolitana. Este verano, tras dos buenas campañas como verdiblanco, ampliaba su vinculación hasta 2023, cuando se presupone su adiós en el cambio generacional que pretenden Antonio Cordón, los dirigentes y, en menor medida, Manuel Pellegrini. Al 'Ingeniero' no se le caen los anillos por tirar de quien descolle en el filial, aunque sea impúber, como ha demostrado con Rodri, Juan Cruz y, más recientemente, Enrique y Dani Pérez, aunque desea que la veteranía de su compatriota, Guardado o Joaquín se imponga en determinados momentos, como en sus aventuras europeas. Estos tres últimos, más Camarasa y Víctor Ruiz terminan en poco más de siete meses, lo que se interpreta como una ocasión pintiparada para liberar fichas y masa salarial, así como para restar unos años a la media de edad del vestuario, el segundo más viejo de LaLiga tras el del Cádiz.
Por otro lado, Haro, Catalán y sus más directos colaboradores han tomado nota del inmovilismo del mercado hacia sus pilares, explicado en los mismos términos, porque sólo la insultante juventud de otros en sus demarcaciones, con el aumento de posibilidades a la hora de amortizar la inversión y de su revalorización, explica la diferencia entre las ofertas recibidas y el rendimiento demostrado. Con todos ellos rozando o superando la treintena, apenas interesaron los acercamientos, desde la Serie A y la Premier sobre todo, por Álex Moreno, William Carvalho, Bartra (traspasado a bajísimo coste al Trabzonspor), Pezzella, Borja Iglesias, Fekir y hasta el más joven Guido Rodríguez. Como el Betis para crecer necesita volver a ser un club vendedor, tendrá que adaptarse a las exigencias de los que más dinero pagan, los ingleses, por lo que habrá que poner en el escaparate a los más jóvenes.
En ese contexto se explican la promoción de Juan Cruz o el fichaje de Luiz Henrique, así como los seguimientos a uno de los pocos manantiales donde aún se puede 'pescar' alguna ganga. De hecho, los técnicos heliopolitanos no pierden la pista a prometedores mediocentros brasileños como Rodrigo Nestor o Johnny, pero no sólo allí ni en ese puesto. Por ejemplo, en la portería habrá movimientos seguro, pues se potenciará la salida de Dani Martín, mejor si es definitiva y recuperando parte de los más de cuatro millones abonados al Sporting, además de la citada finalización de contrato de Bravo y la confirmación de que Iñaki Peña es el guardameta que más gusta entre los que quedarán libres el próximo verano, ya que el Barcelona no se decide a renovarlo. El alicantino interesa por su precio y por su evolución, aparte de que Rui Silva, que llegó también libre y dejaría todo lo recaudado como plusvalía, es de los mejores activos en el mercado que quedan a la institución bética.
De producirse los tres movimientos (adiós del gijonés, venta del portugués y llegada del levantino), la situación del chileno merecerá una vuelta. En primer lugar porque su rendimiento a las puertas de la cuarentena es notable, salvando varios partidos en la Europa League y en LaLiga, como demostró en Cádiz y en el derbi. También está a gran nivel el ex del Granada, pero aquí imperaría lo económico. No tendría mucho sentido una doble apuesta a ciegas bajo palos, como la de hace un lustro con Joel Robles y Pau López, que salió muy bien, sino dar continuidad a Bravo para que 'pelee' el puesto con un recién llegado. Es el escenario que manejan en La Palmera, si todo sale como es debido, y que ya conoce el de Viluco, según se desprende de sus últimas declaraciones en una semana de vacaciones en su tierra, donde está cumpliendo con varios compromisos solidarios.
"Mantenerme en el fútbol de Europa, con el alto rendimiento, con la sensación de que aún sigues aportando a este nivel, es magnífico. Espero seguir disfrutándolo y, cuando vea que ya no me alcanza para estar a ese nivel, veremos la siguiente opción o el paso que habrá que tomar”, apunta el capitán de 'La Roja' en Mega, donde se aventuró a pronosticar lo que hará en la 23/24: “Soy bien sincero. Me veo bien en el Betis. Me queda una temporada y, posiblemente, otra más, pero tampoco quiero adelantarme a los procesos... Quiero sentirme bien, sentirme competitivo, como lo he hecho siempre. Y lo otro lo determinará cómo yo me sienta física o mentalmente”. Por tanto, su esperado retorno a Colo Colo antes de la jubilación queda en suspenso.
"Cuando te acostumbras a una cosa, no quieres soltarlo. Yo estoy acostumbrado a estar a un nivel y, si las capacidades disminuyen, veremos si continúo o no... Hay que analizar si me da para volver al fútbol chileno o dar una vuelta en otro lugar. Pero no quiero adelantarme. Quiero disfrutar de esto, seguir entrenándome y continuar jugando a este nivel, que me encanta”, finalizaba Bravo, que parece conocer de primera mano los planes del Betis en la portería para el próximo ejercicio y se apunta sin problemas a prolongar su estancia en una escuadra que le ha brindado su último título.