Fernando Mateos5 min lecturaGuido Rodríguez ya es historia en el Betis. Después de meses tratando de convencerlo para que ampliase el contrato que finaliza el próximo 30 de junio, en la planta noble del Villamarín asumieron su adiós hace semanas, sabedores de que argentino tenía ya un acuerdo con el FC Barcelona por dos temporadas más una opcional.
“Se hablaron muchas cosas y yo también por respeto al Betis no quería hablar de más. Yo fui muy feliz ahí”, aseguró el campeón del mundo días atrás, al aterrizar en su país, donde se sumará en próximas fechas a la concentración de la selección argentina para preparar la Copa América. Lo que no confirmó es su fichaje por los azulgranas: “Ya veremos lo que pasa en el futuro”.
Probablemente, Guido ya era consciente de que su llegada a Can Barça no estaba del todo cerrada. O sí, pero con condiciones. Y las mismas no se han cumplido de momento. Como anunció Mundo Deportivo, el acuerdo entre las partes tenía como fecha de caducidad este pasado viernes 31 de mayo. Si llegados a esa fecha el club catalán no podía asegurarle su inscripción en LaLiga, el centrocampista quedaría libre para negociar con cualquier otro club, como ha sucedido finalmente.
Nada ha cambiado en las últimas horas. El Barça no cumple en estos momentos con los requisitos del 'fair play' financiero y no sabe cuándo podrá cumplir con la famosa regla del 1:1, por lo que el trato con Guido pasa a ser en estos momentos papel mojado. No significa que no pueda acabar vistiendo de azulgrana, pero la entidad presidida por Laporta necesita realizar antes varias operaciones para ajustar su masa salarial y crear espacio para el centrocampista, sin poder asegurarle cuándo sucederá todo ello.
De este modo, el mediocentro pasa a ser totalmente libre y puede elegir un nuevo destino si desea, apareciendo de nuevo la opción de un Atlético de Madrid que también ha intentado su fichaje a lo largo de esta temporada y podría volver a la carga al ver como el todavía futbolista bético (hasta final de mes) se pone a tiro.
Ofertas, desde luego, no le van a faltar al mediocentro, que decidirá su destino en función de las prisas que tenga. Su idea inicial era dejarlo todo cerrado para concentrarse en la Copa América, pero una vez caducada la opción preferencial del conjunto catalán, podría otear otros horizontes. De momento, en la Ciudad Condal esperan que tenga algo de paciencia, pero la misma no será infinita.
Lo que sí está claro, como ha informado ESTADIO Deportivo, es que el Betis no volverá a la acción para hacer un nuevo intento por retenerlo. Desde la planta noble del Villamarín hicieron un gran esfuerzo para ponerle sobre la mesa un contrato por 3-4 temporadas a razón de 2,5 millones de euros, en el primer escalón salarial de la plantilla, pero dicha oferta ya está retirada. De este modo, tendrá que ser el jugador, o sus representantes, el que pida una nueva reunión si desea reconsiderar su postura de seguir vistiendo de verdiblanco, un escenario que no se contempla ahora mismo.