Xavi Hernández anunció su dimisión en enero, a cinco meses vista y convencido de que su decisión provocaría una reacción inmediata en el FC Barcelona. Casualidad o no, su equipo arrancó y el técnico incluso se jactó de que el ambiente negativo se había evaporado para dejar paso a aires de esperanza en un doblete. En las últimas comparecencias se le ha insistido sobre las peticiones por parte de directiva, afición y prensa para que reconsidere seguir. Siempre se ha mostrado categórico en su marcha. Este lunes, después de una semana fatídica con eliminación de la Champions, lío en el vestuario y adiós a LaLiga tras una polémica derrota en El Clásico, se ha anunciado la convocatoria de una reunión cumbre esta misma semana para tratar su continuidad. Era su cuarta derrota consecutiva ante el Real Madrid -los tres clásicos de este curso y el último de la 22/23-, así que el Santiago Bernabéu le cantó irónicamente el 'Xavi, quédate'; pero ya jaleaban lo mismo ante las cámaras de ESTADIO Deportivo en la previa del choque. El madridismo se lo pidió y el de Terrassa les ha hecho caso. Ahora dice que se queda.
A muchos no les ha sorprendido, porque siemple ha flotado en el ambiente que todo era una mera estrategia de Laporta y Xavi para acabar con la negatividad, esperar a que la situación cambiase, tener un final de temporada exitoso y vender la reconciliación por aclamación popular. La economía es la que es, los supuestos candidatos a sucederle se caían de la lista y sólo habían aguantado Hansi Flick y la vía interina de Rafa Márquez. A pesar de todo, si era una estrategia, en parte ha funcionado. Sea como sea todo lo que ha pasado por la cabeza del impulsivo entrenador en estos agitados meses, la información que recorre todas las redacciones apunta a que ha mostrado predisposición a quedarse en el Barça la próxima temporada. Y la directiva suspira de alivio, porque más allá de méritos y deméritos lo cierto es que con su marcha el club tenía un marrón.
Es más, la Agencia EFE ha podido confirmar de fuentes del FC Barcelona que hay prevista una reunión a lo largo de esta semana para tratar su continuidad. Sobre la mesa de Xavi, el Barça pondrá incluso la opción de renovar. Para ello, antes quiere tantear las sensaciones del míster, que por el momento sería más partidario de cumplir el año que tiene firmado y esperar acontecimientos conforme vaya avanzando la 2024/2025.
En cualquier caso, en contra de la versión mantenida todas estas semanas, las partes coinciden ahora en que lo mejor para todos a día de hoy es que el egarense, que siempre ha remarcado que el equipo está en construcción, lidere el proyecto de la ilusionante temporada de regreso al Camp Nou. Que prosiga con 'la obra', tutelando la promoción de los Pau Cubarsí, Lamine Yamal, Fermín, Héctor Fort... Desde la entidad culé se limitan a señalar que hay buena sintonía y bastante optimismo de cara a salir con un acuerdo de la cita que en los próximos días mantendrá Xavi con el presidente, Joan Laporta, el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, y el director deportivo, Deco.
Para el técnico ha sido muy importante que la gente expresase un deseo unánime de que siga y que, ahora sí, se valore su trabajo. Siempre ha sentido que no se le daba mérito a esa labor de cimentación de "un proyecto en construcción", mantra que recalca una y otra vez en público y en privado. Ahora ha reconsiderado su decisión "irrevocable", sí, pero en esta respuesta definitiva que debe dar esta semana tendrá mucho que ver la idea de proyecto deportivo que el club le pueda ofrecer: a quién habrá que vender para cumplir el 'fair-play' financiero, cuántos fichajes podrán cerrarse (el pivote es prioritario)...