La única motivación que le queda a Xavi en el Barça

El Barça afronta en la ida de los octavos de Champions League un partido que puede cambiar por completo el curso de su temporada y lo hará ante un Nápoles que está casi peor que ellos, tras haber cambiado de entrenador 48 antes de enfrentarse a los culés

La única motivación que le queda a Xavi en el Barça
Xavi Hernández durante la rueda de prensa previa al partido ante el Nápoles de ida de los octavos de final de Champions - @FCBarcelona_es
Francisco SalasFrancisco Salas 6 min lectura

El Fútbol Club Barcelona está haciendo una campaña muy irregular, ocupando tercera posición liguera y casi sin opciones de superar a Real Madrid y Girona, eliminados de Copa del Rey y en una crisis económica, deportiva e institucional muy seria, pero ahora llega una oportunidad de dejar de lado todos los problemas y centrarse en el objetivo más importante que les queda por delante, la Champions League. Los blaugranas disputarán este miércoles la ida de octavos de final en casa de un Nápoles que llega aún peor que ellos. Los napolitanos confirmaron ayer el cambio de entrenador y será Francesco Calzona el encargado de sentarse en el banquillo. Para Xavi, esto dificulta aún más el partido, pero la motivación de jugar la competición "más grande" puede con todo.

"Para nosotros es ilusión, esperanza, motivación, es la competición más grande entre clubs" declaró el técnico español en la rueda prensa previa al duelo, que será el "escenario ideal" para hacer un gran partido y enseñar el trabajo que vienen haciendo durante las últimas semanas. El Nápoles viene con un entrenador nuevo, un cambio que a 48 horas del partido puede resultar llamativo, pero para él, si lo han hecho es porque "tendrán motivos" para ello y lo que supone es que dificulte la preparación del duelo, ya que no saben lo que propondrá Calzona. "Con el cambio de entrenador no sabemos exactamente qué nos deparará el partido, pero conoce la casa", destacó sobre el seleccionador eslovaco, que hasta verano fue asistente de Luciano Spalletti,

Del Nápoles, al que considera "un gran rival", destaca sobre todo a los tres delanteros, pero más allá de eso, no sabe lo que van encontrar, porque pueden usar tanto un sistema de cuatro o de cinco defensas, y eso les descoloca un poco, pero lo más importante, será tener el dominio del juego en todo momento, "más allá del equipo y del entrenador contrario". Eso sí, no cree que haya un favorito claro para la eliminatoria sobre el papel y eso lo decidirá el campo. "Somos equipos que venimos de ganar la Liga, para ellos no está siendo una buena temporada y nosotros está siendo irregular, eso de favoritos o no os lo dejo a vosotros", subrayó contundente el de Egara.

En busca del prestigio perdido

Pese a las críticas, el exjugador siente que juegan para la afición, para ellos mismos y para "el prestigio". En ningún momento buscan "cerrar bocas" ni centrarse en nada que no sea él fútbol. "El foco es que estamos en octavos, es un escenario magnífico para disfrutar y competir". Pese a la importancia del duelo, que la tiene, el único objetivo es pasar y para él "la hora de la verdad" es siempre el partido que tenga por delante en esta competición, sea cuál sea. "La asignatura pendiente del club es la Champions en los últimos años y ojalá podamos competir bien aquí y en Montjuic".

El anuncio de su marcha

Desde que confirmó su salida de la Ciudad Condal después de caer ante el Villarreal, el equipo ha mejorado, está más "unido" y da todo para cumplir el objetivo principal de estar en cuartos. El se siente como si "no hubiese anunciado nada" y no le afecta la presión ni el atosigamiento que sufre por parte de prensa y afición y quiere disfrutar de lo que le quede y lograr los objetivos que se plantea. "No siento que me juegue mi futuro ahora, tengo una ilusión y motivación inmensa".

Un reto táctico

Ante los napolitanos se va a enfrentar a un rival "muy fuerte a nivel ofensivo", donde además de los tres delanteros que ha destacado antes, habrá muchas más piezas muy complicadas de parar, lo que multiplicará la importancia de las vigilancias y de acertar con las transiciones para que no generen contras. Eso sí, pese a que el empate no es nunca el objetivo por la forma en la que le educaron en el Barça, es consciente de que la eliminatoria dura 180 minutos y aún tendrán la vuelta. "Hemos de ser inteligentes y saber que quedan 90 minutos en Montjuic, pero nuestra filosofía y ADN no variará", concluyó el excentrocampista, antes de afrontar el último entrenamiento previo a un duelo que puede marcar un antes y un después en la temporada.