Joan Laporta siempre ha sido una persona y un presidente que no ha escondido sus emociones. Visceral por naturaleza, el dirigente del FC Barcelona no ha dejado a nadie indiferente. Este miércoles, se pudo ‘liberar’ por conseguir las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, ya que el CSD, finalmente, le pudo otorgar la cautelar para que ambos puedan jugar, probablemente, ya, en la final de la Supercopa de España. Famosas son ya las imágenes en las que se le puede ver vociferando y realizando hasta un corte de mangas, llegando a insultar. Un lamentable espectáculo que se ha prolongado en el palco del estadio en el que se ha disputado la semifinal ante el Athletic, club que ha sido contundente sobre la decisión del ente gubernamental.
Harto de todo lo que había sucedido en los últimos días sobre las inscripciones de sus dos futbolistas, Joan Laporta montó un bochornoso espectáculo que no corresponde a un presidente de un club de fútbol, y menos, de una escuadra como el FC Barcelona. Tal y como apunta El Larguero de fuentes del Athletic, ha recibido a base de insultos a miembros de la Junta Directiva de la RFEF. Según lo que se ha podido saber, les ha llamado “sinvergüenzas”, “cobardes” y “acojonados” por la no inscripción de Olmo y Víctor, asunto que ha levantado una gran polémica en las últimas semanas.
No se quedó ahí, ya que se produjeron “faltas de respeto”, y, aunque “no hubo gritos”, si que se produjeron “muy malas formas”. Además, también se refirió a los presentes en la zona reservada a las autoridades en el estadio que se había disputado el encuentro “hijos de puta”, aunque estos últimos no se han podido confirmar. Sobre los presidentes de las territoriales, Laporta perdió los papeles, ya que les señalaba y les decía “habéis sido vosotros”, afirmando que, por su culpa, no se pudo inscribir hasta este momento a Dani Olmo y Pau Víctor.
No solo fueron los presidentes de las territoriales víctimas del lamentable ‘show’ de Laporta en Arabia Saudí. También tuvo para el presidente de la RFEF, Rafael Louzán, ya que habría hablado en un aparte y le habría dicho “cuatro cosas claras a la cara”. No se cortó el presidente del FC Barcelona, quien también dio patadas y puñetazos a los sillones del palco. Sin duda, un espectáculo que no debe representar a un dirigente de la categoría de un club como el de la Ciudad Condal, que se ha colocado directamente en el punto de mira por el ‘caso Dani Olmo’, que puede poner en pie de guerra a todos los clubes de LaLiga.