El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) ha sido protagonista de un coloquio organizado por el Círculo Ecuestre de Barcelona, donde se refirió al 'Caso Negreira' y al Fútbol Club Barcelona. Una puesta en escena en la que, en cierta manera, le echó un cable al conjunto azulgrana, aseverando que está "convencido de que no es demostrable que se comprase ningún árbitro".
Junto a ello, también expresó su opinión al respecto, dejando claro que está "convencido también que no es ético pagar al número 2 de los árbitros españoles", al tiempo que puntualizó en declaraciones a EFE que "las dos cosas pueden decirse con la misma contundencia".
Cabe recordar que al conjunto azulgrana se está investigando en el 'Caso Negreira' el pago de 7'3 millones de euros entre 2001 y 2008 a José María Enríquez Negreira, quien fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros entre 2001 y 2018.
Durante su intervención, también tuvo palabras Víctor Francos, presidente del CSD, al "madridismo sociológico" que denunció Joan Laporta, máximo mandatario del conjunto culé. "No sé qué tiene que ver que haya o no 'madridismo sociológico' con que se paguen más de 7 millones a un responsable del arbitraje español... Yo creo que a lo que se refería el presidente del Barcelona es que hay una corriente que favorece 'per se' al
Madrid, y yo no estoy de acuerdo. No creo que haya ninguna corriente que favorezca 'per se' a ningún club y a ninguna afición", apostilló Francos.
Por último, quizá en un exceso de sinceridad, Víctor Franco dejó una acusación velada que seguramente no será muy bien encajada por FC Barcelona y Real Madrid. "De hecho, si le soy sincero, creo que Barça y Madrid son los que menos se pueden quejar en según qué cosas", sentenció el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD).
A margen de lo de Negreira y el Barça, Víctor Francos también se refirió a otra de las polémicas recientes en el deporte español, el 'Caso Rubiales'. "Están en planos diferentes que la desagradable actuación de Luis Rubiales. Yo no lo vi. Estaba con el ministro en el césped y a 60 metros y, en ningún momento, fuimos conscientes del beso. Me empiezo a dar cuenta de la situación llegando al aeropuerto. Allí recibo una primera llamada del ministro Iceta", explica el presidente del CSD, quien sigue argumentando que entonces Luis Rubiales ya les dijo que se había montado "un poco de lío" por un beso. "No entendí nada hasta que vi las imágenes 14 horas después. El beso es inaceptable y el tocamiento, indecoroso. Además de que lo que pasó fue grave, la gestión posterior se hizo mal. La evaluación de los hechos con una disculpa sincera no habría sido la misma", concluyó.