Álvaro Palomo3 min lecturaIlkay Gündogan se erigió en protagonista en la gala del Balón de Oro que se celebró ayer el teatro del Chatelec de París y no solo por estar entre los 30 nominados a ganar este galardón, sino también por un desplante a sus compañeros de equipo en la alfombra roja.
El futbolista turco, fichaje estrella del Barça el pasado verano, terminó en un meritorio decimocuarto puesto en el ranking de mejor jugador del mundo, que, como no podía ser de otra forma, lideró Messi por octava vez en su trayectoria. Sin embargo, este reconocimiento quedó en un segundo plano por el gesto polémico que protagonizó en el momento en el que toda la delegación del Barça iba a posar en el photocall instalado en los aledaños del teatro.
Todos los jugadores y jugadoras del club y la representación de la directiva, encabezada por Joan Laporta, se situaron para la foto a medida que iban llegando y cuando todo estaba preparado para el flash, Gündogan dio la espantada y se quitó de enmedio pasando por delante de todos sus compañeros, que se quedaron completamente sorprendidos por la actitud del medio. Solo hay que ver la cara de Alejandro Balde, que no daba crédito a lo que sucedía y cuya reacción se ha hecho viral junto al gesto de la estrella culé.
Este comportamiento inesperado puede estar relacionado con la polémica que generó Gündogan con sus declaraciones tras la derrota del sábado en el Clásico contra el Real Madrid, en las que no dudó en criticar con dureza a sus compañeros, al considerar que no se habían entregado al máximo y que en el vestuario no había gente dolida.
"Quiero ser honesto, pero sin pasarme porque no quiero decir algo que no debería. Vengo del vestuario y obviamente la gente está decepcionada. Después de un partido tan importante y un resultado innecesario me gustaría ver más enfado y decepción. Y esto es parte del problema, tienen que aflorar más emociones cuando pierdes", señaló con vehemencia el otomano. Estas palabras podrían haber conllevado un tirón de orejas por parte de sus compañeros al filtrar cosas internas del vestuario y atacar a los miembros de la plantilla.
Esta posible reprimenda o mal ambiente podría ser el causante de que Gündogan 'pasara' olímpicamente del Barça en un momento tan especial como la foto de grupo, lo que es probable que traiga consecuencias y pueda costarle caro, pues ni el club azulgrana ni la afición toleran este tipo de comportamientos.