El Barcelona sigue con el agua al cuello a nivel económico. Parte del dinero de la última palanca activada por Joan Laporta sigue sin llegar y tampoco se prevén ventas, mientras el club sigue excedido en su límite salarial tras agotar todo el espacio disponible en verano y avalar por valor de 12 millones de euros para poder inscribir a los últimos refuerzos. Pero, pese a ello, el club azulgrana ya mira al mercado de enero.
El gran objetivo sigue siendo poder contar a comienzos de año con Vitor Roque, fichaje ya cerrado por el que la entidad catalana pagará 31 millones de euros y una cantidad similar en variables al Athletico Paranaense. De momento, el delantero brasileño se encuentra lesionado, pero se espera que se recupere en breve y Xavi desea contar con él ya esta misma campaña, aunque si los números no encajan tendrá que pasar otros seis meses en su actual equipo.
Mientras tanto, Relevo informa de otro movimiento paralelo en Can Barça que tiene como objetivo reforzar el centro del campo. El mismo viene motivado por el bajón protagonizado por Oriol Romeu, suplente en el Clásico ante el Real Madrid en beneficio de Gavi y Gündogan como elementos de contención.
En una plantilla corta, precisamente por las dificultades económicas, el puesto de pivote es el único sin doblar y tiene como única pieza al ex del Girona, retornado este mismo verano al club en el que se formó. Un fichaje que convenció al principio, pero que ha ido perdiendo fuerza en los planes de Xavi, quien incluso ha probado en ese puesto al canterano Marc Casadó, al que dio minutos ante el Shakhtar Donestk.
Ya se sabía que Deco, director deportivo del Barça, anda rastreando el mercado en busca laterales derechos e izquierdos y mediocentros de cara a la próxima temporada. Pero esta última posición se ha convertido ya en una prioridad para enero, después de que en verano se buscase un refuerzo de un perfil superior con nombres como los de Zubimendi, el gran objetivo, y alternativas como las de Brozovic y Amrabat.
Así pues, el plan del Barça para hacer posible la llegada de un nuevo centrocampista en el mercado invernal pasaría por repetir el modelo con el que llegaron en las últimas horas de la ventana de transferencias estival los portugueses Joao Cancelo y Joao Félix, por los que el ya se sabe cuánto dinero tendrá que pagar la entidad catalana si quiere quedárselos en propiedad.
Ambos parecían objetivos inalcanzables por sus elevados salarios, pero la voluntad de los dos jugadores hizo posible su incorporación. Un esfuerzo por vestir de azulgrana que, según piensan en el seno del conjunto culé, estarían dispuesto a repetir otros muchos jugadores, siendo esa una premisa básica para este movimiento en busca de un pivote.