Alberto Gálvez4 min lecturaEn sólo tres minutos de juego en el Reale Arena, la cara de Xavi era todo un poema. Ter Stegen ya había realizado tres auténticos paradones y su equipo parecía un juvenil al lado de una Real Sociedad que había salido en tromba a por el partido. Y todo ello, después de perder el 'Clásico'.
El de Terrasa se olía una derrota e incluso abultada si el panorama no cambiaba. Y no quería tener que darle la razón a Gündogan, pero a su equipo le faltaba ponerle más corazón sobre el césped. Un poco de alma. El preparador barcelonista le ha entregado la batuta al alemán y este le está respondiendo. No fue su partido más brillante, pero pocos ven el fútbol como él, sea el minuto que sea, y suya fue la asistencia magistral que terminó rematando Araujo para hacer volar los tres puntos rumbo a la Ciudad Condal.
Sin embargo, ha podido ser la batalla más complicada de lidiar de Xavi desde que es técnico del equipo culé. Tras varias consultas con su hermano en el banquillo, comenzó a mover ficha en el segundo tiempo. Porque el guion seguía siendo el mismo que en el primero y el gol lo rozaba más el equipo realista. A ninguno le valía el empate. Y se notó.
Así y en uno de los cambios realizados por el preparador barcelonista, un papel bastante grande llegó a las manos de Iñigo Martínez. Las cámaras lo captaron. Cómo para no hacerlo. Era un 'chuletón' para que el central vasco reorganizara a los suyos y fuesen directamente a por el partido.
El central, que fue pitado por los que fueron sus aficionados durante muchos años (casi una década), corrigió como pudo a sus compañeros. Y fruto de estas indicaciones o no, lo cierto es que las llegadas más claras del Barça llegaron en la recta final del encuentro.
Al terminar el partido, el propio Iñigo Martínez compareció ante los micrófonos de Movistar LaLiga y habló del 'momento papelito': "Sí, me lo dieron a mí para reorganizara un poco, pero ahí ponía tantas cosas que no se llegaba a entender nada. Y encima con las pulsaciones del partido, me ha costado mucho entenderlo. Son cosas que pasan y se hacen a veces en el fútbol (se ríe)". Quizás por la letra o los dibujos, pero lo que es indiscutible es que a Xavi cada vez le cuesta más hacer llegar su mensaje al vestuario.
Al igual que Imanol Alguacil rajó después del partido contra su equipo por la falta de concentración en los últimos minutos, el entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, hizo lo mismo. El de Terrasa se quejó abiertamente de la mala primera parte que hicieron sus pupilos, admitiendo al mismo tiempo que la Real Sociedad fue superior y que el conjunto txuri urdin "jugó mejor y mereció más".
Resaltó el triunfo agónico, pero con un claro mensaje a su vestuario: "Es una victoria importantísima, ya que está claro que el Clásico ha afectado más de lo esperado. Lo que hemos hecho hoy es un ejemplo clarísimo de lo que no hay que hacer en un terreno de juego. Los primeros veinticinco minutos son inaceptables".
No obstante, también se marcha satisfecho porque sabe que "la Real Sociedad es un equipazo" y que "pocos equipos van a sacar capaces de ganar en el Reale Arena".1012148