Los experimentos rara vez salen bien y lo del banquillo del FC Barcelona no lo encuentra uno ni en el 'Quimicefa'. Resulta que Xavi Hernández admite que su desgaste personal le ha llevado a decir basta y reconoce abiertamente que lo mejor para el club es su marcha, pero anuncia una dimisión a cinco meses vista, ya para final de temporada. Lo hacía nada más ser goleado en casa por el Villarreal CF (3-5), justo después de otros dos marcadores abultados en la eliminación en los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Athletic Club (4-2) y la derrota en la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid (4-1). Xavi puso una etiqueta de 'consumir preferentemente' con el día exacto de su marcha, pero Joan Laporta y Deco, aunque lo siguen negando de puertas afuera, tienen ya lista otra etiqueta con una nueva 'fecha de caducidad' de sólo un mes de duración: martes, 12 de marzo de 2024.
Pensaba que diciendo que se iba a final de curso bajaría ese ruído mediático que tanto le afecta, pero lo único que ha logrado es constatar que se ha roto el paraguas que evitaba que Joan Laporta se mojase. La realidad es que su Barça sigue siendo una verbena defensiva y ahora, tras cada estrépito posterior a su adiós 'en diferido', la afición se revuelve contra el palco. Según la información adelantada por Catalunya Radio, ampliado luego por varios medios de comunicación, Laporta tuvo que escuchar muchas críticas -y algún que otro insulto subido de tono- por la inacción de su directiva tras cada uno de los tres goles que el Granada CF anotó en Montjüic en el empate que deja al Barcelona a diez puntos del liderato.
Tal fue el cabreo de Laporta, que también se calentó con los tantos nazaríes, que explotó del todo en el antepalco y lo pagó con una bandeja de canapés y mini-rollitos de primavera que literalmente salieron volando para sorpresa y sobresalto de los presentes. En ese tenso contexto, tuvo lugar una reunión de urgencia de la cúpula directiva, ya con Xavi fuera del estadio Lluís Companys. El presidente salió aproximadamente una hora después en compañía de Deco evitando realizar declaraciones formales. La versión oficial que circula este lunes en la prensa de la Ciudad Condal es la misma que antes del 3-3 con el penúltimo de LaLiga: que la hoja de ruta no varía y Xavi continuará hasta el final de la 23/24.
No obstante, esos mismos medios aluden también a que los comentarios que circulan 'off the record' no dicen lo mismo, más que nada porque la situación empieza a ser insostenible. El Barça ha recibido 33 goles en 24 jornadas de LaLiga, lo que supone el segundo peor registro en lo que va de siglo XXI, es el séptimo equipo que más tantos ha concedido y eso convierte casi en utopía el último favor que Laporta pidió a Xavi para aceptar su peculiar dimisión.
"Xavi me comunicó que se iría, pero que quería acabar la temporada, una fórmula que acepto porque me la propone él, que es una leyenda del barcelonismo, una persona honesta que actúa con toda dignidad. LaLiga está difícil, pero evidentemente no está perdida, y se ha de luchar para quedar lo mejor posible, pero sobre todo lo que tenemos que intentar es ganar la Champions", añadió Laporta, quien pidió "la máxima unión" del barcelonismo.
Luchar por revalidad el título liguero se antoja misión complicada y eso se asume, pero los tres últimos meses de la temporada pueden hacerse demasiado largos si el Barça no logra seguir con vida en la Champions League. Si cae ante el SSC Nápoles, en los octavos de final, será muy difícil que Xavi cumpla su promesa de acabar la temporada como técnico culé. El próximo miércoles 21 de febrero se juega la ida en el Diego Armando Maradona y el martes 12 de marzo se disputa el duelo de vuelta en Montjüic. Como a los italianos les dé ese día por tener el mismo acierto goleador que Girona, Villarreal, Real Madrid, Athletic o Granada... la anticipación de la fecha de caducidad de Xavi estará más que decidida.