Álex Martín4 min lecturaLa marcha de Leo Messi del FC Barcelona, una de las más dolorosas de la historia de la entidad culé, todavía sigue coleando. Su salida generó una ola negativa en la afición blaugrana, que daba por hecho su permanencia. El propio futbolista también lo entendió así, hasta que se produjo una reunión entre el presidente, Joan Laporta, y su padre y representante, Jorge Messi. En ese momento, todo saltó por los aires, y ahí entendieron que no podían seguir en la Ciudad Condal.
A pesar del paso del tiempo, el jugador del Inter de Miami no se olvida de lo que sucedió en esos días tan turbulentos y vertiginosos. Así lo ha demostrado en una entrevista en el podcast ‘Big Time’. Cuestionado por aquella situación, que le terminó llevando al PSG, Messi fue sincero y no se quiso esconder acerca de sus sensaciones en aquellos momentos.
“Fue difícil el cambio al irme al PSG, porque estaba muy bien en Barcelona y pensaba seguir ahí. No estaba preparado para irme, se dio todo muy rápido, debí rehacer mi vida de un día para otro. Conocí otra liga, otro club, un nuevo vestuario. Fue un cambio que no buscábamos y por eso costó al principio”.
Formado en la cantera del conjunto culé, Messi también quiso repasar cómo fue su adaptación en sus primeros años a Barcelona. Este no es un momento sencillo, ya que su vida cambió por completo, teniendo que alejarse de su familia y entrar en un entorno totalmente nuevo.
“Para mí, fue difícil cuando llegue a Barcelona. Era un niño y tenía que adaptarme a nuevos amigos, nuevo país, nueva ciudad, nueva gente, nuevo colegio. Me costó mucho al principio, pero pensaba que estaba haciendo lo que yo quería, jugar al fútbol, en un gran equipo como el Barcelona y eso me hizo poder seguir adelante, era impresionante y lo disfrutaba muchísimo. Siempre me han tratado muy bien en Barcelona, les estoy agradecido”, expresó.
“Yo sé que en el momento que sienta que ya no estoy para rendir, que ya no disfruto ni estoy ayudando a mis compañeros, lo dejaré. Yo soy muy autocrítico conmigo mismo, sé cuándo estoy bien, cuándo estoy mal, cuándo juego bien y cuándo juego mal. Cuando sienta que es el momento de dar ese paso, lo daré sin pensar en la edad. Si me siento bien intentaré seguir siempre compitiendo porque es lo que me gusta y sé hacer”.
“Ser campeones del mundo para nosotros, las familias y todo el país fue mágico, nos quedará para toda la vida. Seguramente hubiese dejado la selección si no salíamos campeones, pero por suerte se nos dio y le dimos otro título a Argentina”.