El FC Barcelona, desde hace meses, da vueltas al asunto de su compromiso con Nike. Surge cuando coincide el potencial de BLM (Barça Licensing and Merchandising) con la necesidad de recuperar el negocio 'on-line'. BLM gestiona las tiendas, la venta 'on-line' y a mayoristas, además de los productos bajo licencia del club, valuado entre 500 y 700 millones de euros. El curso pasado, BLM facturó 100 millones, una cifra que el club espera aumentar en próximos ejercicios. Por eso, este mes el conjunto azulgrana planea tomar una decisión definitiva con la marca americana.
Todo el mes de marzo está a disposición del Barcelona para tomar una decisión histórica. ¿Cuál será? Finiquitar su compromiso con Nike o crear una marca propia, son las dos opciones sobre la mesa. Fuentes cercanas a la negociación admiten la dificultad de cualquier movimiento. Se desconocen los planes de Nike, multinacional estadounidense ligada al club azulgrana desde 1998.
El problema radica en lo económico. Han llegado ofertas para el próximo logo de la camiseta del Barcelona. La principal podría ser la de Puma, dispuesta a superar los cien millones de euros anuales. Esta cantidad es superior a los 85 que abona Nike en la actualidad.
La tercera opción es innovadora. Consiste en la creación de una marca propia. La próxima temporada, en la que el Barcelona cumple su 125 aniversario, su camiseta está llamada a romper récords de ventas. Si el club puede ingresarlos íntegramente, la inyección económica sería un alivio para su complicada situación financiera.
El Barcelona sueña con gestionar directamente la venta 'on-line' fuera del continente europeo, que actualmente explota Nike. Necesitaría aliarse con una empresa que confeccionara la ropa deportiva y la distribución de la misma.
Renegociar el compromiso con la multinacional del bumerán entraña dificultades. Desde el perjuicio económico para finiquitar el compromiso -que tiene cuatro años más de vigencia- hasta el riesgo de iniciar una aventura empresarial en solitario, especialmente por las dificultades en las redes de distribución.
Dicho eso, la importancia de tomar una decisión prudente es evidente. El Barcelona no solo está considerando su situación financiera a corto plazo, sino también su imagen de marca a largo plazo. La camiseta del club no es solo una prenda deportiva; es un símbolo de identidad para millones de aficionados en todo el mundo.
Cualquiera que sea la elección, el Barcelona se enfrenta un momento crucial en su historia. Las decisiones tomadas en las próximas semanas podrían tener repercusiones significativas en su estabilidad económica y deportiva.