El FC Barcelona de Joan Laporta se ha convertido contra pronóstico en el gran animador del mercado de fichajes en España este verano, pese a haber comenzado la ventana de transferencias en la más absoluta ruina. El truco, las famosas 'palancas' económicas aprobadas por los socios, las cuales le han permitido a los culés obtener dinero de manera inmediata y directa, reduciendo la deuda que presentaban ante LaLiga y dándole manga ancha en el mercado.
Un truco que esconde una trampa, pero que de primeras ha permitido al Barça sanear sus cuentas y el límite salarial, otorgándole margen de maniobra en el mercado. Una bonita teoría que en la práctica puede resultar peligrosa si los movimientos no se llevan a cabo con cabeza, pudiendo suponer un patadón para adelante con el problema más que una solución a medio o largo plazo.
Kessie, Christensen, Dembélé, Rapinha y Lewandowski... Unos cien kilos gastados que han llamado la atención de todos los aficionados al fútbol. ¿Cómo un club arruinado como el Barcelona puede fichar tanto mientras el resto de clubes de LaLiga no lo consiguen? “¿Sabéis que no vendrán Lewandowski, ni Koundé, ni Raphinha, ni Bernardo Silva?”, indicó semanas atrás en su cuenta de Twitter el que fuera candidato a la presidencia del FC Barcelona, Toni Freixa. Una figura que ha demostrado que la futurología no es lo suyo, pudiendo hacer Laporta, su opositor, pleno. Y es que los azulgranas ahora van a por Koundé, estando Silva aún en su horizonte.
Mientras que clubes como el Sevilla FC están a la espera de obtener la liquidez necesaria de una gran venta como el pretendido Koundé, otros equipos europeos como el Betis están tirando de la imaginación y rapidez a la hora de adelantarse a los tiempos, fichando jugadores que acababan contrato o en su último año. También el Villarreal CF lo hizo así como Morales... Los mortales de LaLiga tiran de ingenio, mientras que Laporta ha activado sus 'palancas' para el FC Barcelona.
La activación de las palancas era necesaria para que el presupuesto del FC Barcelona de la temporada 21/22 no fuera negativo, lo que habría aumentado una deuda total, que ronda los 1.300 millones de euros. Eso habría complicado aún más el 'fair play' financiero y, además, habría paralizado los fichajes.
Resumiendo mucho, hay que tener en cuenta que lo primero que ha hecho el Barcelona es vender el 25% de sus derechos de televisión por los próximos 25 años a cambio de unos 540 millones de euros, una transferencia que se ha llevado a cabo en dos ventas, primero una del 10% y luego otra del 15%. Con ellos, el conjunto culé ha conseguido ingresar unos 540 kilos por unos derechos que estarían valorados en unos mil millones de euros. Y es que ahí está la trampa: la primera de las palancas supone una gran liquidez a corto plazo, pero una merma importante a largo plazo.
Hay que tener en cuenta que no todo el dinero obtenido de la operación con el fondo Sixth Street computaría como ingreso directo, ya que de la primera partida de la venta sólo un 15% puede destinarse a ampliar el límite salarial, un 70% para mejoras de infraestructuras y el 15% a limpiar parte de la deuda del club.
Ahora, el Barcelona estudia activar la tercera palanca, que en realidad sería la segunda, pues hasta el momento lo que ha hecho es vender sus derechos de televisión en dos tramos. La directiva tiene el permiso de los socios para activar otras dos operaciones: un porcentaje sobre BLM y otra sobre Barça Estudios, relacionadas con el merchandising del club, venta de camisetas, etc... En este momento, la que más avanzada tiene Laporta es la segunda, ya que la primera ha quedado prácticamente paralizada tras estar cerca de un acuerdo con un grupo inversor.
El objetivo, ahora, es poder inscribir a todos los jugadores, de ahí que en el Barça tengan claro que no van a dejar a ninguno fuera. Ahí aparece la necesidad de hacer efectivas estas nuevas palancas.
En cualquier caso, el FC Barcelona está obligado a vender a algún jugador, de ahí su interés por deshacerse de Frenkie De Jong. Con ese traspaso, el Barça restaría los ingresos por la venta y la amortización pendiente, amén de sumarse el salario ahorrado, que en el caso del holandés sube esta temporada. Con ello podría inscribir a un nuevo futbolista con un salario que no exceda el ahorro. Es decir, pura ingeniería financiera.
En cualquier caso, el movimiento del FC Barcelona esconde muchos riesgos, y es que unos movimientos sin cabeza harían hipotecar aún más el futuro de la entidad. Lo que hoy es una solución milagrosa podría resultar en un futuro la más absoluta de las bancarrotas. Eso, si otro 'Laporta' de turno no se inventa otra solución con permiso de LaLiga y consigue aplazar el problema otros 25 años, mientras que el resto de clubes de LaLiga intentan hacer encajes de bolillos para fichar sin poner en excesivo peligro su salud financiera.