El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, se han venido tan arriba este sábado, que sus grandilocuentes declaraciones empujan a creer realmente que no va de farol. Si es humo, al dirigente culé le costará ventilarlo sin que su crédito quede maltrecho de cara a sus seguidores. Si es verdad lo que ha dicho hoy, la hinchada azulgrana puede estar de fiesta porque en el Camp Nou se apuntan a todo: presentar la semana que viene a Frank Kessié y Andreas Christensen, renovar a Ousmanne Dembélé y cerrar las lujosas contrataciones de Jules Koundé (Sevilla FC), Robert Lewandowski (Bayern FC) y Raphinha (Leeds United) gracias a la activación de una primera palanca que le hace disponer de 200 millones de euros para contrataciones a pesar de su multimillonaria deuda.
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, dijo este sábado que "la primera palanca ha quitado presión y ha dado tranquilidad" al club, "además de haber permitido que el cierre económico del curso sea positivo por primera vez en tres años". Así lo recalcó el máximo dirigente culé en declaraciones a los medios de comunicación en un homenaje a Johan Cruyff en el Hostal de la Gavina, en S'Agaró (Girona).
"El club no puede relajarse ni dormirse, estamos trabajando mucho para mejorar la situación económica y la plantilla. El objetivo es que ésta sea lo más competitiva posible sin cometer errores del pasado y actuando con prudencia y con criterios de sostenibilidad financiera", señaló Laporta que recordó que "no será fácil" activar la segunda palanca, algo que remarcó como "necesario, porque el club está en una situación de patrimonio neto negativo, debido a la herencia económica" recibida de la junta directiva anterior".
En cuanto a los fichajes rimbombantes, Laporta confirmó que el FC Barcelona presentará al centrocampista Franck Kessié el miércoles y un día después, el jueves, hará lo propio con el central Andreas Christensen. Ambos llegan a coste cero, tras acabar sus contratos con el AC Milan y el Chelsea FC, respectivamente.
Además, admitió que ha hablado con el Leeds por Raphinha, "que quiere jugar en el Barça", y envidó hasta el órdago afirmando que su llegada es compatible con la continuidad de Ousmane Dembélé. Con Dembélé fue muy claro, depende de que el francés quiera dar el sí: "Ahora ya no es jugador del Barça, pero el club le aprecia mucho. Ha hecho una última media temporada a un nivel muy alto. Es una discusión básicamente económica. Si acepta las condiciones que se le han presentado continuará. Y si no, pues no".
Más prudente fue con Robert Lewandowski, después de que el Bayern de Múnich rechazase hasta tres ofertas del Barça, la última de 45 millones y se mantenga firme en 60. "Todo el mundo sabe que es un grandísimo jugador, pero es jugador del Bayern. Es un halago que quiera venir al Barça, pero hay que tener todo el respeto para un club como el Bayern de Múnich", consideró, prudente.
También con pies de plomo, pero igualmente reafirmando el interés en ficharle habló de Koundé y de Koulibaly. Para conocer el estado de la supuesta negociación con el central del Sevilla FC, Laporta remitió "a Mateu Alemany", el director deportivo, pero se mostró optimista y añadió que, "cuando se pueda activar la segunda palanca, el club trabajará a un nivel superior". “¿Koulibaly? No hablo de otros jugadores. Nuestra ventaja es que muchos jugadores quieren venir aquí", añadió con cierta vanidad sobre el zaguero del Nápoles.
Asímismo, en materia de salidas, Laporta también aseguró que el Barça no tiene "intención de vender" a Frenkie de Jong, pese a que la prensa británica le ve cerca del Manchester United, y añadió que el neerlandés "es uno de los mejores centrocampistas que hay en el mundo, se quiere quedar y está a gusto en el club y en Barcelona".