Aitor Torvisco4 min lecturaHoras frenéticas en el FC Barcelona, donde todo cambiará aunque de momento no cambie nada. Dicho de otro modo, se puede explicar que Joan Laporta acaba de ratificar la continuidad de Xavi Hernández como entrenador azulgrana aunque él mismo anunció su salida del club el día anterior. La reacción del criticadísimo técnico culé tras la derrota por 3-5 ante el Villarreal CF tampoco le ha servido para minimizar los comentarios negativos. Unos le elogian comprándole el argumento de que da un paso al costado por amor al club y otros le acusan de irse antes de que le echen para salvar su orgullo. En este sentido, mientras no paran de sonar posibles recambios para la 24/25, surgen voces que no entienden por qué la decisión de realizar un relevo en el banquillo se produce en diferido y no de manera inmediata. El presidente barcelonista ha intentado explicarlo tras una mañana de reuniones.
La Ciutat Esportiva Joan Gamper ha registrado mucho movimiento este domingo. Los jugadores de la primera plantilla tenían día de descanso pero han sido citados para escuchar las explicaciones de Xavi Hernández sobre su marcha. En el cónclave, además, han participado el presidente Joan Laporta y el director deportivo Deco, quienes luego también han estado reunidos por su cuenta. La presencia mediática ha sido constante y el máximo dirigente culé se ha parado a atender preguntas para confirmar que ha aceptado la dimisión de Xavi para dentro de cinco meses, pero sin dar pistas de los posibles sustitutos.
"Xavi me comunicó que se iría, pero que quería acabar la temporada, una fórmula que acepto porque me la propone él, que es una leyenda del barcelonismo, una persona honesta que actúa con toda dignidad", declaró Laporta al ser preguntado por los motivos que el club no prescinde de sus servicios con carácter inmediato teniendo en cuenta que está a 11 puntos del liderato tras este 3-5, fue eliminado de la Copa del Rey tras caer 4-2 contra el Athletic Club, perdió la final de la Supercopa de España frente al Real Madrid (4-1) y sólo tiene ya el estímulo de la Champions League (ante el Nápoles, en octavos de final) para salvar la 23/24.
Laporta insistió en que, si ha aceptado la propuesta de Xavi de anunciar su adiós con cinco meses de antelación, es porque tiene "el convencimiento de que el compromiso de él y de su 'staff' será máximo" hasta el final de la presente campaña y que su discurso admitiendo que la situación le ha sobrepasado no influirá en su predicamento en el vestuario. "La Liga está difícil, pero evidentemente no está perdida, y se ha de luchar para quedar lo mejor posible, pero sobre todo lo que tenemos que intentar es ganar la Champions", añadió Laporta, quien pidió "la máxima unión" del barcelonismo.
"El club, en estos momentos, está bajo control en el aspecto institucional, económico y social. Pero en el tema deportivo, es verdad que esta temporada no nos han salido las cosas como habíamos planificado. Con una plantilla más equilibrada, teníamos unas expectativas más buenas que en estos momentos no se están cumpliendo", resumió Laporta ante la nube de medios de comunicación que le esperaban.