Barcelona
Alavés
Se reencontró este domingo con la victoria el FC Barcelona, que venía de perder en Champions League durante su visita a Hamburgo para enfrentarse al Shakhtar Donetsk. Tropezaron en lo más llano los de Xavi Hernández, que empiezan a contagiarse del nerviosismo de su afición, que solamente ha vivido dos goleadas de su equipo, consecutivas además (5-0 al Real Betis y 5-0 al Royal Amberes). El resto, marcadores apretados y triunfos, si los hay, por la mínima. Este domingo tocó, encima, remontar el tempranero 0-1 de Samu Omorodion para el Deportivo Alavés, con doblete de Lewandowski en la reanudación para dejar los tres puntos en Montjuic y permitir a los azulgranas seguir la estela del Real Madrid, dos puntos por encima, y del sorprendente líder, el Girona CF, que se escapa cuatro.
El polaco cabeceó muy bien cruzado a la red un servicio de Koundé en la segunda mitad, convirtiendo luego en el 2-1 definitivo el claro penalti de Abqar sobre Ferrán Torres. Todavía quedaría una acción final polémica, con el propio guardameta Sivera, que negó el gol al ex delantero del Bayern Múnich en una primera parte de persianas bajadas para los anfitriones, incorporado al remate en la que los vitorianos pidieron penalti por una mano dentro del área de Oriol Romeu, aunque Busquets Ferrer se quitó de problemas, con la ayuda de Ortiz Arias desde la sala VOR, señalando fuera de juego e indicando enseguida el final de un duelo bastante comprometido.
Las cámaras de Movistar Plus desvelaron más tarde cómo está afectando el nerviosismo a los propios jugadores barcelonistas, que no encuentran el camino para vencer y convencer. Ocurrió durante la primera mitad, todavía con el 0-1 campeando en el electrónico. Las imágenes muestran la reprimenda de Lewandowski a Lamine Yamal, que se queda cariacontecido al comprobar que el veterano artillero se enfada con él por no ponerla "al segundo palo", como le repite insistentemente. 'Lewy' ya había mandado contra el cuerpo del portero del Alavés un disparo a bocajarro en inmejorable posición tras un gran pase por alto de Gündogan, por lo que tenía ganas de abrir ya el marcador para los catalanes.
El joven extremo del Barça intenta congraciarse unos instantes después con su compañero, al que le dura el cabreo hasta el punto de negar el saludo, haciendo lo que se conoce como 'cobra de manos' al internacional español, que sigue firme en su deseo, por cierto, de vestir la 'Roja' por delante de las otras dos opciones que tenía: Guinea Ecuatorial (tierra natal de su madre) y Marruecos (la de su padre). La sangre, como se suele decir coloquialmente, no llegó al río, aunque las redes ya se han inundado de comentarios denunciando lo injusto del proceder del '9' culé con la emergente estrella de La Masía, que sólo buscaba, quizás con algo de individualismo, cómo ayudar en la reacción.