Lamine Yamal, sin ninguna duda, es uno de los nombres del momento en la selección española. El joven futbolista del FC Barcelona, que anotó el gol del empate ante Francia, una de las dianas más bellas y espectaculares de la Eurocopa, fue, una vez más, clave para el cuadro de Luis de la Fuente, que ha sorprendido a propios y extraños accediendo a la gran final de la máxima competición continental. A un solo paso de ganar este campeonato, el cual sería el cuarto entorchado del ‘equipo de todos’, el atacante, que cumplirá en las próximas horas 17 años, es uno de los principales focos de actualidad.
El internacional, quien debutó con apenas 15 años con la escuadra de la Ciudad Condal, ha sido una de las grandes revelaciones para el cuadro azulgrana, que ha tenido en la irrupción de los jóvenes una de sus mejores noticias. Ante una situación económica de lo más delicada en los últimos años, la irrupción de futbolistas como Lamine Yamal ha supuesto una dosis de aire fresco para el conjunto entrenado por aquel entonces por Xavi Hernández, quien fue el encargado de hacerle debutar con la primera plantilla culé. A todas luces, un acierto absoluto del técnico de Terrassa.
Los primeros días siempre son duros, y más para un jugador que apenas contaba con 15 años en el momento de su estreno con el club de su vida, tal y como ha demostrado con sus declaraciones. Acerca de su primera jornada con la plantilla, en la que había y sigue habiendo grandes jugadores, entre los que ya se puede incluir el propio Lamine Yamal, ha querido ser claro y se sincera sobre sus sensaciones acerca de sus primeras horas en una caseta de un equipo de élite como es el FC Barcelona.
“Dejé mi mochila en la silla que me habían dado, porque los jóvenes no teníamos taquilla, me puse las botas y me fui al gimnasio, porque no quería estar ahí, me daba vergüenza. Cuando aprendes a jugar en la calle, al final tienes más recursos, porque es un fútbol más callejero, sin tantas normas y eso te genera más picardía frente a alguien que se ha entrenado en una escuela”, expresaba en una entrevista concedida a GQ.
“Tenía las expectativas más altas, porque en el Barça no llevarse ningún título es algo duro. Yo creo que hemos tenido muchos altibajos, sobre todo en LaLiga. Y no hemos sabido ser constantes. Para ganar La Liga, la Champions, la Copa del Rey o la Supercopa de España hay que ser constante, y eso es lo que nos ha faltado. Me baja bastante la nota el hecho de que no hayamos ganado nada, la verdad”.