Oficialmente, Oriol Romeu ya es nuevo jugador del FC Barcelona y está a las órdenes de Xavi Hernández en la recién iniciada pretemporada. Estará por Estados Unidos con el resto del equipo, tal y como querían en la entidad azulgrana. Ya se ha subido al avión y arrancará en la gira americana como un culé más. Para que su fichaje cuajara se han debido hacer malabares y el interés del futbolista, que pronto cumplirá 32, por defender la elástica culé ha sido clave. Este ha tenido que hacer un importante sacrificio.
No fue sencillo y, además, había que atender a los tiempos: se requería que todo estuviera listo a fecha de 19 de julio como muy tarde, para que pudiera estar en la gira de pretemporada e ir cogiendo rodaje con su nuevo equipo. Las negociaciones han tenido que coger carrerilla en los últimos dos días (en paralelo, se negociaba la cesión de Pablo Torre) y buena parte de culpa de que todo cuajara también es por el esfuerzo del futbolista natural de Ulldecona y su representante (Màgic Díaz), pues han tenido que sacrificarse para que todo llegara a buen puerto a través de renunciar a parte de su salario y alguna comisión. Así lo detalla el diario Sport, quien apunta que era un sueño que el centrocampista quería cumplir: volver a defender la elástica del Barça.
Cuentan en el mencionado medio que el Girona tenía claro una cosa: por Oriol Romeu querían cobrar unos 4’5 millones de euros, que la cifra se moviera lo menos posible de ahí a la baja. Se trataba de la propia cláusula de rescisión que tenía el jugador (3’4 millones de euros) con su ya exequipo para sus interesas a lo que se unía un millón de euros más en algunos conceptos relacionados con su temporada en Montilivi.
Cuando el club de la ciudad Condal conoció que la cláusula de rescisión por hacerse con los servicios de Oriol Romeu era de menos de 3’5 millones… no tuvo intención de moverse de ahí. En base a la información proporcionada por el mencionado medio, ante esta situación el Girona remitió a pagarla (junto a los intereses que se corresponden) en la capital de España, en la misma sede de LaLiga. Y eso… no querían ni Oriol ni Màgic Díaz que sucediera. Y ante esto… llegó el sacrificio del futbolista, que fue fundamental para resolver el problema que se le planteaba y se entrometía en su sueño: que el propio Oriol Romeu agregara a la cláusula de rescisión que sí estaba dispuesto a pagar el Barça los intereses que quería el Girona. Todo esto rondó los cuatro millones de euros. El traspaso se ha conseguido renunciando el jugador a parte de su ficha (con la ayuda de su representante), el propio Romeu ha renunciado a parte de su sueldo por el Barça.