El Barcelona frente al Girona se saldó con victoria para los blaugranas por 1-4. El conjunto de Hansi Flick volvió a golear, esta vez a domicilio, y se aferra a la primera plaza del campeonato de Primera división. Los azulgranas no quitan el pie del acelerador y arrasan a sus rivales allá por donde pasan. El Girona fue su última víctima y el Barcelona volvió a consagrar su gran estado de forma, no sin polémica. Una mano de Íñigo Martínez en el área del conjunto visitante desató la controversia entre el árbitro de campo, Alejandro Múñiz Ruíz, y el de la sala VAR que avisó al colegiado para que revisase la acción después de señalar penalti. Una vez más, la explicación desde la sala VAR para una acción de discusión, la mano de Íñigo Martínez en este caso, aviva la polémica sobre el uso de la ayuda arbitral y sobre el reglamento en torno a las manos en el área.
La primera parte del partido daba sus últimos coletazos cuando una acción desató la polémica en Montilivi. El Barcelona ganaba 0-2 con un doblete de Lamine Yamal y el partido parecía encarrilado para los blaugranas. Fue entonces cuando un centro desde la banda izquierda u unos rebotes en el área acabaron con Múñiz Ruíz señalando los once metros. El balón había impactado en el brazo extendido de Íñigo Martínez y el colegiado no dudó en pitar penalti. Abel Ruíz ya se disponía a colocar el balón en el punto central del área cuando desde la sala VAR avisaron al árbitro del encuentro para que revisase la jugada.
"Alejandro mira te voy a recomendar una revisión para que veas que la mano de Iñigo Martínez viene de su compañero Balde", señalaba el encargado desde el VAR. "Vale la mano está abierta pero viene de Balde", respondía el árbitro de campo. La cosa no termina ahí ya que en el VAR seguían insistiendo de que el balón venía de un compañero. "El balón le da en la mano. Mano abierta, mano punible, pero viene de su compañero", aseguraba. Múñiz Ruíz no se lo pensó y terminó dando la razón al Valentín Pizarro. "No necesito más, lo veo claro. Brazo abierto, despeje de compañero hacia la mano a la altura del hombro. Perfecto anulo el penalti", sentenció.
El colegiado anuló el penalti y el resultado se mantuvo hasta el descanso. El Girona no termina de entender la decisión del VAR que recordemos que sólo entra cuando el error es manifiesto. Los locales se quedaron con la miel en los labios y sin posibilidad de marcar antes de enfilar el túnel de vestuarios.