Le llueven palos por los cuatro costados. Xavi Hernández se ha convertido en el 'punching ball' del FC Barcelona. Es cierto que en dos años y medio ha sufrido cinco eliminaciones continentales, tres de Champions y dos de Europa League; que esta 23/24 ha acabado en blanco, muy lejos del liderato de LaLiga y goleados en las otras tres competiciones; que su querencia por las excusas entra dentro del terreno del surrealismo y que la imagen del club ha quedado aún más tocada tras el 'show' de la dimisión en diferido anulada cuatro meses después y puede que sustituida por un despido. Al técnico egarense le dio por contar la verdad, que no había dinero para fichar a los jugadores ilusionantes que Joan Laporta filtra a sus periodistas de confianza, y eso ha sido una afrenta que el presidente no está por la labor de pasar por alto por mucho que Xavi (como Koeman, antes) esté siendo el paraguas que hace que el palco no se haya mojado aún. No obstante, el excentrocampista se ha convertido en diana fácil y todo el mundo le atiza fuerte. Los últimos dardos se los han lanzado desde Polonia en medio del estallido del 'caso Lewandowski'.
El Barça necesita abordar dos vías económicas: por un lado urge recaudar ingresos por traspasos y por otro es extremadamente necesario volver a reducir la masa salarial, no ya para poder fichar, sino incluso para inscribir a determinados jugadores que ya están en nómina. En lo que a Lewandowski se refiere, ese escenario se traduce en el deseo de la entidad de venderle este verano porque sería la última oportunidad de recuperar parte de la inversión de 45 millones más variables, al contar con 35 años, y porque necesita quitarse de encima un sueldo muy alto que, además, aumenta en la 24/25. A día de hoy, ese aspecto pesa mucho más que las 25 dianas y 9 asistencias que suma tras mejorar en esta segunda mitad de la temporada y que los 33 tantos con 8 servicios de gol de la 22/23 (58+17 en 94 partidos oficiales).
El acuerdo firmado hace dos años contemplaba un crecimiento salarial de los 20 millones de ficha anual del primer curso, a los 26 en el segundo y a los 32 que cobraría en este tercer año, que sería el que condicionaría la ficha del cuarto e incluso un quinto opcional firmado con los culés tras llegar del FC Bayern de Múnich. Además de su edad y su salario, en 'Can Barça' consideran que su rendimiento esta campaña ha sido irregular, pero el delantero polaco no para de insistir que no se irá a ningún sitio y, es más, su idea es cumplir íntegro su contrato hasta 2026. "Hay muchos rumores sobre muchas cosas, los hay de todo tipo. Mi cabeza sólo está en empezar y estar listo con el Barcelona la próxima temporada, en dar un paso adelante en nuestro juego. Es lo que puedo decir y lo que está en mi cabeza", explicó el '9' en una entrevista para el diario Marca.
Al internacional polaco ha sido criticado y su seleccionador, Michal Probierz, ha salido en su defensa... atacando a Xavi Hernández. "Robert es el máximo goleador y hay que decir que el equipo no le ha ayudado nada", dijo el técnico en una entrevista concedida a TVP Sport en la que disparó con bala: "El Barcelona estaba en un estado de forma desastroso y Robert fue el futbolista que intentó levantar al equipo, pero hubo un momento en el que el Barcelona se cayó de la pelea por los títulos y la moral de la plantilla bajó otra vez". "La situación del Barça le frustra enormemente", consideró el entrenador del combinado polaco, que tiene claro que es un problema técnico.
"Existen pocos jugadores como Robert Lewandowski en el mundo. No estoy de acuerdo con las críticas dirigidas a Lewandowski. Entendería las críticas de los aficionados si dijeran que el FC Barcelona jugó bien y él jugó mal, pero todo el equipo está jugando mal y a Robert le resulta muy difícil encontrar la manera de solucionarlo todo él solo. A menudo, se situa en buena posición de remate, pero el balón no le llegaba nunca. En el último partido (contra el Rayo Vallecano), cuando recibió el centro, marcó un gol. Muy bonito, por cierto", insistió Probierz, quien cree que el éxito del Barça pasa porque sea capaz de encontrar un sistema de juego que alimente de balones a su '9' y que haga que todo gire en torno a su solvente capacidad en el área. Ese tanto a los franjirrojos, por cierto, le ha costado 1,25 millones de euros al Barça, pues entre las variables de su contrato está que debe pagar esa cifra cada curso que el ariete supere los 25 goles (y van dos de dos).