Lamine Yamal es uno de los jugadores de moda del fútbol español. Su irrupción como un ciclón en el panorama futbolístico nacional le ha llevado a ser una mera promesa a un jugador en el que hay depositadas muchas esperanzas en el presente y también en el futuro.
Su juego ha maravillado tanto al nivel de su club con el FC Barcelona como con la selección española absoluta. La Roja estuvo rápida a la hora de mover los hilos para que Lamine Yamal terminase jugando con España ante los cantos de sirena de Marruecos, selección con la que también podría haber sido convocada pero finalmente el jugador de 16 años se decantó por España.
Lamine Yamal llegó muy joven (año 2013), con tan solo 6 años al FC Barcelona pero antes de recalar en la Masía, estuvo probando en el eterno rival de los culé, el Espanyol. El conjunto perico vio en Lamine lo mismo que el FC Barcelona, era un jugador diferente y que podía llegar a la élite.
El jugador estuvo durante el año 2013 haciendo las pruebas en los dos clubs de la élite de Barcelona, Lamine estaba jugando en La Torreta. Ambas instituciones querían contar con el para su fútbol base pero el proyecto del FC Barcelona se impuso al del Espanyol, posiblemente pensando en la proyección que tendría su carrera en la cantera barcelonista, mundialmente conocida y reconocida.
"En la prueba que hace con el Espanyol, el equipo blanquiazul perdía, ahora no recuerdo muy bien el marcador, pero era por una diferencia de dos goles y sale Lamine y mete tres tantos... En el Barcelona faltó verlo un rato para decir que aquella ya no era una prueba, que se quedaba en el club", así describía Kubala, el ojeador que le recomendó en su momento que hiciese las pruebas tanto con el Barcelona como con el Espanyol.
Se da la curiosidad en la fulgurante carrera de Lamine Yamal que el español debutó antes en el primer equipo del FC Barcelona que en el filial blaugrana. Una prueba más de que Lamine Yamal está dando pasos agigantados y eso está suponiendo que se salte varias etapas futbolísticas. Sin lugar a dudas, a pesar de su indudable calidad, demostrada ya con los mayores de la selección absoluta y con el Barcelona, habrá que tener paciencia y cuidarlo para que siga creciendo y no sea un juguete roto, otro más, del fútbol español.