Fernando Mateos3 min lecturaCon todo el revuelo levantado por el polémico beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso en la ceremonia de entrega de medallas tras la final del Mundial conquistado por la selección española femenina, que podría deparar la vuelta del presidente de la RFEF muchos antes de lo esperado, otro asunto turbio del fútbol español vuelve a arrojar también novedades.
Mucho se ha hablado meses atrás del ‘caso Negreira’, que quedó en stand by mientras la Guardia Civil investigaba el asunto a instancias del juzgado. Dicha investigación ya tiene un informe como resultado y en el mismo, según ha desvelado El Mundo, se indica que el arbitraje en España “tuvo un funcionamiento irregular” y, por tanto, “no fue imparcial” bajo el mandado de Victoriano Sánchez Arminio y José María Enríquez Negreira, su mano derecha al frente del Comité Técnico de Árbitros.
El foco, por tanto, vuelve a recaer sobre un Barcelona que pagó al ex árbitro más de 8 millones de euros por unos supuestos servicios que la Guardia Civil considera completamente falsos, influyendo con ello en los arbitrajes, tal y como añade el citado diario. De hecho, se explica que desde el club catalán "no se ha aportado la identidad de los profesionales (de las empresas de Negreira) que habrían desarrollado los servicios" ni se ha entregado "copia de vídeos, documentos o informes en los que se concreten los trabajos de asesoramiento específico".
Mientras tanto, desde el Barça insisten en catalogar todo este turbio asunto como una campaña de desprestigio que sólo pretende dañar a su club. "El caso Negreira es una campaña gigante de desprestigio profesional de nuestro club. Lo repito. El FCB nunca ha realizado ninguna actuación para intentar alterar la competición ni para conseguir una ventaja deportiva en una competición. Haber tenido relaciones de asesoramiento técnico arbitral con personas con amplia trayectoria en el mundo del fútbol no constituye un delito", ha asegurado al respecto Joan Laporta, presidente azulgrana.
A pesar de que el informe de la Guardia Civil es muy claro y resalta además la gran influencia que Negreira poseía en el Comité Técnico de Árbitros, después de las declaraciones realizadas por un buen número de colegiados, Laporta cree firmemente que la inocencia del Barça está más que probada.
“Esto se realizó de manera clara y transparente. Con facturas, con conceptos, con pagos por transferencia bancaria. Todo reflejado en los libros del club. Al menos de 2003 a 2010, cuando yo presidí el club. Nunca ha habido objetivo de ocultar nada. El primer interesado en que se investigue hasta el final es el Barça. Nos jugamos nuestra imagen y nuestro prestigio. Lo repetiré las veces que haga falta", sentenció.