Las aguas en Can Barça han terminado muy revueltas en este nuevo parón FIFA pese al último triunfo en LaLiga EA Sports. Y es que, ahora mismo, en el vestuario azulgrana son muchas las incógnitas que planean sobre el aire, así como distintos son los pensamientos de sus integrantes. La mezcla de tanta juventud con figuras ya consagradas, a veces, es lo que provoca.
Un antes y un después esta temporada en la entidad barcelonista lo marcó Gündogan con sus declaraciones al finalizar el último Clásico disputado contra el Real Madrid. El alemán señaló directamente a sus jugadores afirmando que parecía que a algunos este tipo de derrotas no les dolía como debían dolerle y que él había venido al club a ganar este tipo de partidos.
Xavi y el cuerpo técnico culé trataron de calmar los ánimos y cerraron filas en torno al centrocampista en los días posteriores. Sin embargo, sus acusaciones le van a pasar factura durante todo el curso. Y sobre todo, en partidos donde él sea el que falle. Como contra el Alavés, donde una pérdida suya a los diez segundos del choque originó el tanto del conjunto vitoriano.
Así y según se ha dado a conocer en las últimas horas, Ter Stegen tomó la palabras en el descanso del choque contra los vascos, cuando el equipo perdía 0-1, y le lanzó un dardo envenenado, queriendo o sin querer, a su compatriota. Como capitán ahora que es tras la lesión de Sergi Roberto y tras un primer discurso de Xavi pidiendo que disfrutaran más sobre el terreno de juego, el cancerbero barcelonista se dirigió a sus compañeros así: "Hemos hablado mucho estos días pero se acabaron las palabras, ahora lo que valen son los hechos. Y esto tiene que verse en la segunda parte”.
Pero pese a la remontada, Ter Stegen no pareció conforme y se atrevió a lanzar un mensaje por las redes sociales: “Mucho por mejorar. Todo está en nuestras manos”. Sin duda, un comentario que no hace más que señalar a que el técnico catalán no termina de transmitir lo que quiere a sus pupilos.
De esta manera, muchos son los que ven en Barcelona que a Xavi se le está escapando de las manos el control del templo culé y que los pesos pesados de la plantilla están comenzado a sublevarse aprovechándose de ello.
Otra clara muestra de que el ambiente en el vestuario no es el ideal en estos momentos es el feo gesto que tuvo Lewandowski con el joven Lamine Yamal y que el polaco ha tenido que justificar para evitar empeorar la situación.
Y es que, además de perder el primer gran duelo de la temporada, la inesperada derrota contra el modesto Shakhtar Donetsk y la pobre imagen ofrecida en partidos como el disputado contra la Real Sociedad o el Alavés han vuelto a resucitar el debate de si Xavi es o no el entrenador adecuado para un equipo que, por nombres en su plantilla, debe aspirar a todo.