Sin duda alguna, Marc Cucurella está siendo una de las grandes revelaciones de la Eurocopa de Alemania. La Selección Española llegaba a la cita continental sin un dueño claro en el lateral izquierdo tras la lesión de José Luis Gayà. El lateral del Chelsea se jugaba el puesto de titular con Álex Grimaldo, del Bayer Leverkusen, que venía de hacer su mejor temporada como profesional pero el catalán convenció en los entrenamientos previos a Luis de la Fuente y no ha decepcionado en absoluto. El futbolista de Alella tan sólo ha jugado seis partidos como internacional absoluta con España pero parece que llevara toda la vida y su gran rendimiento en esta Eurocopa, ha vuelto a poner su nombre en el candelero.
Sin embargo, el futbolista del Chelsea muy tranquilo, no piensa en su futuro y ni mucho menos un hipotético regreso al FC Barcelona. "A día de hoy ni me lo pienso, ni se me pasa por la cabeza. Creo que eso ya pasó. Nunca se sabe lo que puede pasar, pero no estoy pensando en eso. En el Chelsea están pasando unos años complicados, pero estoy feliz y mi familia está muy gusto. Está siendo una buena experiencia y no estoy pensando mucho en eso. Estoy pensando más en la Selección y en disfrutar, que llegar aquí es muy complicado y hay muy pocos que puedan estar", admitía Cucurella en una entrevista a la Cadena COPE.
Curiosamente, para los micrófonos de dicha emisora también reconoció que hubo un momento de su carrera en el que pudo haber fichado por el Real Madrid, aunque finalmente no se dio.
Cabe recordar que Marc Cucurella se formó en los escalafones inferiores del FC Barcelona tras ser fichado del Espanyol en la edad de cadete. El lateral izquierdo, entonces extremo, fue quemando etapas hasta salir cedido al Éibar por dos temporadas. De Eibar pasó a una nueva cesión a Getafe, consagrándose definitivamente en la elite del fútbol español.
El presidente del Getafe, Ángel Torres, pagó casi 12 millones de euros (11,8) por su traspaso al Barcelona y tras otro año a un gran nivel, el Brighton se lo llevó a la Premier League a cambio de 18 millones de euros. Su crecimiento seguía imparable y tan sólo un verano después, el de 2022, el Chelsea pagaba al Brighton la friolera de 65 millones de euros por su servicios.