Paula Fiorella Méndez5 min lecturaDesde el momento en el que la Fiscalía de Barcelona ha comenzado la investigación por un presunto delito de corrupción, el Fútbol Club Barcelona ha sido directamente señalado tras salir a la luz información sobre la realización de unos pagos millonarios entre 2016 y 2018 al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de entonces llamado José María Negreira. El exvicepresidente usó por un lado a su hijo como tapadera o la cara visible de la empresa y por otro una sociedad para cobrar cada uno de los pagos.
Según toda la investigación realizada, el club catalán pagó 1,4 millones de euros por asesorías de arbitraje durante los años 2016 y 2018, concretamente durante tres temporadas a la empresa DASNIL 95 SL. Dividiendo los pagos, el Barcelona entregó 532.728,02 euros en el año 2016, 541.752 euros en 2017 y 318.200 euros en el año 2018.
Toda esta polémica y revuelo ocurre debido a que Negreira utilizó una empresa falsamente a nombre de su hijo como tapadera para recibir los pagos, cuando realmente la empresa era suya debido a la inexistencia de unos informes de asesoría sobre el arbitraje, pues a día de hoy se alegan de que eran verbales, siendo el Barça el único cliente que tenía hasta que este dejó de tener peso en el CTA y el club le abandonó.
La idea del FC Barcelona para realizar los pagos, constando en Hacienda un total de 33 facturas con el concepto de 'Elaboración y envío de vídeos técnicos al club' o 'Asesoramiento de vídeos técnicos', era el poder asegurarse de que los árbitros o fueran neutrales o no fueran en su contra.
Aunque los pagos que se investigan finalizaron en 2018, la Agencia Tributaria no sabe realmente cuantos pagos llevan realizándose hasta entonces, aunque se estima que posiblemente empezaran en la etapa de Joan Gaspart, es decir, entre 2002 y 2003, aunque Bartomeu asegura que empezó en 2001.
Uno de los principales implicados es el hijo de Negreira, una persona que trataba de forma muy cercana con los árbitros. Hacía casi como de mediador y se mostraba interesado en conocerlos en profundidad. El hijo de Negreira, que además estaba metido en el Comité Técnico, llamaba a los árbitros y les decía en que hotel estaba y les decía que “él les llevaría al campo”, algo que ha comentado el excolegiado Juan Andújar Óliver que asegura que se siente avergonzado.
El Hijo de Negreira que fue contratado como Coach y psicólogo de los árbitros, por lo que conocía todos sus miedos e intimidades que le confiaban, aunque este después las contara en el comité.
El FC Barcelona es el primer y gran afectado de todo este revuelo, pudiendo enfrentarse a un proceso judicial similar al que se enfrentó la Juventus que lo llevó a la serie B después de amañar decisiones arbitrales, llamado caso ‘Moggigate’.
Por otro lado, el Comité de Árbitros también se encuentra involucrado, ya que en caso de confirmación de sospechas podrían ser gravemente sancionados. El Comité ha expresado su rechazo ante Negreira asegurando que no comparten esas ideas y comportamientos.
Esta actitud choca con los Estatutos de la RFEF en su artículo 22, los derechos y obligaciones básicas, que además recoge que todo incumplimiento de las normas éticas y morales existentes pueden llevar al descenso del equipo como posible sanción.
Aunque por otro lado, a pesar de todo el revuelo y acusaciones existentes, la nueva Ley del Deporte aprobada por el consejo el 22 de diciembre recoge que “las infracciones muy graves prescribirán a los tres años”, por lo que todo el caso Negreira ya habría prescrito, algo que podría salvar al Barça de cualquier tipo de sanción.