El mercado de invierno está siendo muy duro para el FC Barcelona, equipo que no contempla, a día de hoy, ningún refuerzo invernal. La cuestión no es porque no quiera, porque no lo necesite o porque no le haga falta, sino porque no puede.
Xavi Hernández quería un reemplazo para Memphis Depay, pero todo parece indicar que tendrá que esperar. El neerlandés dejó el club azulgrana para marcharse al Atlético de Madrid, no obstante, el Fair Play Financiero (FPF) no le permitirá fichar. Al Barça no le faltan ideas, no le faltan nombres en sus listas, lo que le faltan son los medios económicos para hacer frente a una nueva incorporación.
El conjunto que preside Joan Laporta está atravesando una situación muy grave. En la segunda mitad de la temporada ha dejado por el camino a dos baluartes importantes como Depay y Gerard Piqué, dos futbolistas de alto nivel, a los que no ha podido encontrar recambio. Afortunadamente para el equipo, el técnico blaugrana logró convencer a Sergio Busquets para que continuara, al menos una temporada más. El capitán culé había abierto negociaciones para poner rumbo a la MLS.
Con ambas salidas, el Barcelona ha aliviado masa salarial, entre 15 y 20 millones de euros como apunta Marca, y ni así podrá reforzar la plantilla debido a las limitaciones que tiene por parte de LaLiga en el FPF. Salvo un cambio en la interpretación de la regla de último momento, algo que no parece probable, el club se ve imposibilitado para fichar.
A sabiendas de que estaría complicado, el Barça tanteó a Marcelo Brozovic, pero su precio era muy elevado; y a Gonçalo Guedes, que dejó el Wolverhampton para irse al Benfica. El portugués apostó sobre seguro viendo el panorama que atraviesa el Barcelona.
El ‘marrón’ lo tiene Mateu Alemany, director de fútbol del club azulgrana, que no para de buscar soluciones, pero siempre se topa de bruces con la grave situación financiera del club. Lo poco que tienen para gastar, lo emplearán en mejorar y regular la situación de los contratos pendientes de Gavi, Balde, Ronald Araujo e Iñaki Peña.
Tanto Xavi como Alemany estarán muy atentos a las oportunidades hasta el 31 de enero, día de cierre del mercado invernal, pero saben que lo que necesitan no es sencillo: un atacante polivalente, con gol y low cost.
Es muy difícil, casi imposible, que encuentren un futbolista que mejore lo que hay; sin embargo, no les queda otra que estar pendientes a las oportunidades de última hora, básicamente de posibles cesiones que salgan a precio de ganga. No tienen margen para más.
La idea que tenía el Barça era avanzar alguna operación en este mercado de enero ya para el futuro, pero LaLiga ya advirtió al club que su margen operativo es mínimo y está vigilante a las inscripciones que pueda hacer el club blaugrana. A día de hoy, lo más probable es que el Barça no pueda conseguir el objetivo de firmar, pero sigue todo abierto hasta el final.