Cada vez que se le acusa al Barça de haberse beneficiado durante años con los pagos al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, Enríquez Negreira, el club responde con contundencia, ya sea por medio de sus directivos, sus medios o los medios afines. Y todo ello se ha amplificado en las últimas semanas con la imputación al presidente Joan Laporta, la aceptación del Real Madrid como acusación particular, el 'plantón' de la directiva del Sevilla en el duelo disputado hace algunas semanas...
Podría pensarse que está en juego el prestigio del club -también el del fútbol español, como dice Javier Tebas- y el hecho de no pasar a la historia como un equipo que trató de hacer trampa y sacar ventaja comprando beneficios arbitrales. Pero la cuestión va más allá y puede significar la supervivencia del FC Barcelona, de ahí la defensa a ultranza que realizan.
En Can Barça están confiados que, pese a las acusaciones de cohecho y a las imputaciones de los diferentes presidentes de la entidad, el juez no podrá probar nada. El daño a la reputación del club será importante, pero en este caso es lo de menos. Lo vital es que no haya sentencia en su contra.
Y eso es porque, en el caso de que acabe condenado por los pagos irregulares a José María Enríquez Negreira, el Barça estaría obligado, por contrato, a devolver a los bancos americanos Goldman Sachs y JP Morgan los 1.450 millones de euros que ha recibido como crédito para las obras de su estadio. En la práctica significaría la bancarrota para un club que, muy poco a poco, se va recuperando de la deuda de más de 1.200 millones que dejó la anterior directiva.
Según el contrato, publicado por El Debate, el Barça tendrá que devolver de manera íntegra todo lo que haya cobrado en el caso de recibir una condena en sentencia firme por este caso. A eso se uniría los pagos que dicha sentencia les impondría y que ampliarían el problema. Esta cláusula aparece en el contrato con el nombre 'ambiguo' de "situación arbitral", pero que después aparece detallado en los anexos refiriéndose al Caso Negreira.
En él también se hace referencia a la posibilidad de "ser relegado de la Primera división de La Liga como resultado de la situación arbitral después de que La Liga o la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) emitan una resolución de descenso del FC Barcelona como resultado de las acusaciones de corrupción de la situación arbitral" o a que la sanción le llegue procedente de la UEFA.
El 'Caso Negreira' es una cuestión más grave para el Barça que lo que se ha visto hasta ahora y de él depende la supervivencia del propio club. Aunque si la gestión mejora y para cuando haya una sentencia firme puedan ya haber salido del agujero negro en el que se encuentran, las cifras que se manejan devolverían al Barça a ese agujero o a una situación mucho peor que la actual.