Los futbolistas se encuentran de vacaciones al terminar la temporada. Un merecido descanso en lo que muchos aprovechan para visitar paradisíacos destinos o volver a sus lugares de origen. Este último es el caso del jugador del FC Barcelona Alejandro Balde. El lateral zurdo ha viajado hasta Guinea-Bisáu para estar en el país del que es su padre.
El internacional español ha sido recibido por una multitud de sus seguidores a su llegada al país africano. Balde ha recibido de buen gusto las muestras de cariño y no ha dudado en firmar autógrafos y hacerse fotos con todos los presentes con una bandera del país sobre sus hombros. La gente ha aclamado al jugador e incluso le han esperado con una pancarta en la que podía leerse 'Bem-vindo a casa' (Bienvenido a casa en portugués).
Aunque nacido en Barcelona, el padre de Alejandro Balde, Saliu, es de Guinea Bisáu. Su madre, en cambio es de República Dominicana. Con tan sólo 19 años ya es internacional absoluto con España, y fue uno de los convocados por Luis Enrique para el pasado Mundial de Catar tras la lesión de José Luis Gayá. Esta temporada ha sido un fijo en la defensa del FC Barcelona disputando un total de 44 partidos entre todas las competiciones.
Guinea-Bissau fue la primera colonia portuguesa de África que obtuvo la independencia, antes incluso del derrocamiento de la dictadura de António Salazar, gracias a la organización política y militar del Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), fundado por Amílcar Cabral.
Luego de pertenecer a los imperios de Malí y Songhai, los pueblos del valle del Río Geba adquirieron una independencia sólo amenazada por la presencia portuguesa en la costa desde fines del siglo XV y por los fulanis de Coli Tenguela, en el siglo XVI. En el interior, el Reino de Gabú consiguió afirmar su independencia hasta el siglo XIX, mientras las poblaciones de la costa sufrían el tráfico de esclavos y el traslado forzado a las islas de Cabo Verde.
La colonización portuguesa de Guinea fue brutal. Como el país era pobre y pequeño, la agricultura y el comercio quedaron a cargo de un monopolio privado, la Unión Fabril. Los nativos fueron sometidos a trabajos forzados en la producción de exportación, mientras el área de los cultivos de subsistencia fue reducida. En la década de 1950, la mortalidad infantil alcanzó el índice de 600 muertes por cada 1.000 nacimientos. Había 11 médicos en todo el país y sólo el 1% de la población rural estaba alfabetizada. En la década de 1960, apenas 11 guineanos tenían educación secundaria.
Casualmente, otro jugador del Barça y de la Selección española como Ansu Fati también es originario de este país africano.