César Azpilicueta era el elegido para reforzar el lateral derecho del FC Barcelona en el pasado mercado de fichajes de verano. El navarro estaba convencido por Xavi Hernández y sólo faltaba el resolver su contrato con el Chelsea FC con quien le unía un año más de vinculación laboral. Con todo encaminado para su aterrizaje en el conjunto catalán, ocurrió un giro dramático de los acontecimientos que abortó la operación y que hizo que César Azpilicueta se quedara en el Chelsea, club en el que ya es toda una institución.
César Azpilicueta, futbolista del Chelsea FC, explicó en la Cadena SER que existieron dos razones que le motivaron a cambiar de opinión, siendo una de aspecto laboral y otra de índole personal. La primera de ellas estaba vinculada al Chelsea FC que en los últimos meses vivió momentos de inestabilidad deportiva e institucional pues se encontraba en un proceso de compra-venta y de cambio de propietarios que tenían en duda el futuro futbolístico de la entidad arraigada en Stamford Bridge. "En el Chelsea jugué menos de 30 partidos y ya era agente libre. No me había pasado en la vida. Pero llegaron los nuevos dueños y me demostraron las ganas de quedarse conmigo", argumentó César Azpilicueta quien tampoco la tenía todas consigo con Thomas Tuchel, quien no terminaba de confiar en sus virtudes.
Al margen de lo deportivo, la vida personal y familiar de César Azpilicueta también tuvo mucho peso en su negativa final para vestir la camiseta del FC Barcelona. "Londres es mi casa y mis hijos hablan mejor inglés que español", explicó un César Azpilicueta que se fue siendo muy joven de CA Osasuna y que ha hecho vida en la capital del Reino Unido. Una situación que, al parecer, Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona, entendió. "Cuando tomé la decisión creo que Xavi lo entendió. Si las cosas son claras, se entienden".
Entendiéndolo o no Xavi, la decisión provocó un efecto mariposa que activó la otras opciones de mercado que tenía el FC Barcelona para reforzar el lateral derecho, cayéndose también el deseado Juan Foyth, quien se lesionó con el Villarreal CF al comienzo de la temporada quedándose varios meses en el dique seco lo que provocó finalmente que el FC Barcelona fichara a Héctor Bellerín, el cual estaba resolviendo su rescisión de contrato con el Arsenal FC y que acabó aterrizando en la que fuera su casa, fue canterano del Barcelona antes de irse al Arsenal, después de que el Betis, su prioridad, no resolviera sus problemas con el límite salarial que le impedía, y le impidieron finalmente, regresar a la escuadra bética, donde jugó el curso pasado en calidad de cedido.